En una gala artística que amenizaron los títeres Maravilla, el
antológico Pelusín, Marta y Pachuchi el pianista, recibieron el
tributo por la entrega y el trabajo sostenido Dolores Rodríguez,
Margarita Díaz, Gladys Casanova, Carlos González, Mabel Pérez, Pedro
Valdés Piña, Gloria González, Adalett Pérez, Gladis Gil, José Luis
Quintero, Ana Jiménez, Marta Díaz Farré, Nancy Reyes y Jorge Luis
Marimón, este último además agasajado con la placa conmemorativa del
Acuario Nacional de Cuba, por sus aportes a la animación de este
centro.
Durante el homenaje, cuya conducción estuvo a cargo de la
dramaturga y asesora teatral Blanca Felipe, intervinieron jóvenes
trovadores, músicos y bailarines, así como Ibis Tapanés, directora
del CTH; representantes del Centro Cubano de la Unión Internacional
de la Marioneta (UNIMA); y el maestro Julio Cordero, quien fuera
profesor y director del centro que, creado en 1969 en Güira de
Melena, fue conocido como Escuela Buena Esperanza, única de su tipo
en Latinoamérica y de factura netamente nacional.
Dedicados por entero al noble arte titiritero —que actualmente se
reanima en la Isla con la nueva institución de la UNIMA y la
creación de la Cátedra de Teatro de Títeres Freddy Artiles, en el
Instituto Superior de Arte— los homenajeados agradecieron la
distinción y recordaron al desaparecido Antonio (Bebo) Ruiz,
incansable dramaturgo y destacado pedagogo quien también fue
fundador de la Escuela.