Sin embargo, hasta la miel, un líquido tan dulce, se ha
convertido en un recuerdo amargo. La ofensiva de 23 días de Israel
sobre Gaza, entre diciembre del 2008 y enero del 2009, que mató a
unos 1 500 palestinos y dejó más de 5 300 heridos, destruyó también
más del 35% de la tierra cultivable de Gaza, según la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),
refleja un despacho de IPS.
Relata la agencia de noticias que la familia de 13 miembros del
palestino Hillis, un apicultor, ha sobrevivido gracias a los
ingresos de su hijo mayor, Ramzi, conductor de taxi.
"Teníamos 250 cámaras de crías de abejas, pero fueron destruidas
por las topadoras israelíes. Después compramos más abejas y
comenzamos de nuevo. Cuando la guerra en Gaza en el 2008, teníamos
80 nuevas cámaras. Las abejas de 15 cajas murieron durante el
bombardeo, por el humo desprendido por las bombas de fósforo",
comentó.
La pesadilla que se vive en esta región es tal que no hay sector
productivo o de servicios que no esté afectado por la barbarie
israelí; y la apicultura no es la excepción.
Hoy los palestinos recuerdan con dolor que "había muchos árboles
en esta área, pero todos han sido derribados por topadoras, o
bombardeados".
No obstante, como la perseverancia es una conducta de todos los
días para los habitantes de Gaza, auguran que "las abejas todavía
pueden sobrevivir, pero tienen que trabajar más duro, deben volar
más lejos para encontrar alimento. En busca de polen recorren no
menos de seis kilómetros por jornada".
La escasez de nutrientes debido a que las grandes plantaciones de
olivos fueron destruidas por las fuerzas israelíes, hace que las
abejas solo produzcan miel una vez al año, no dos veces como era la
costumbre. Es una parte más de la pesadilla del pueblo palestino de
Gaza donde hasta la dulce miel de sus abejas es una amarga realidad.
(Elson Concepción Pérez)