En
Lidis Lamorú se conjugan el instinto musical y la sensibilidad
poética a partes iguales. Toda la riqueza de la entrega que ella ha
ido creando en sus años de carrera, pulida y crecida mediante un
trabajo autoral serio y sin concesiones, se pusieron de manifiesto
en el álbum Voy a quererte más que sirvió en gran parte de
base al concierto que el último domingo repletó de niños y adultos
el teatro Karl Marx, y con el que culminó una gira nacional.
Es que, gracias a la difusión de algunos de sus números por la
televisión y la radio, la holguinera ha devenido trovadora de gran
convocatoria. Cuando entona Vamos a jugar, o se decide a
entregarnos Por amor confirma los dones que posee hasta
llegar a la sorpresa de una nueva melodía, Canción del sol y la
luna, apta para todas las edades.
Puede advertirse desde ahora mismo la buena fortuna que debe
correr otra de las obras incorporadas a su repertorio, Nana para
dormir a un pequeño, que escribió para su hija Adriana. Vale en
tanto manera de recuperar y proyectar uno de los géneros
tradicionales en el cancionero universal, la canción de cuna.
Una guitarra eléctrica y una armónica forman parte de su
comunicativa imagen escénica, con la que resalta una obra apoyada en
los ritmos nuestros en comunión con los de otros países cercanos.
Hablamos de una joven artista que cuenta con estudios
pedagógicos. De ahí que sostenga: "Si cuando interpreto una canción
noto que pueda edificar, educar, espiritualizar, humanizar, hablar
de los valores y enseñar a las personas, entonces siento que el
objetivo de mi trabajo se está cumpliendo".
La Lamorú está preparando su segundo disco con el mismo equipo
que tan exitosamente la acompañó en el primero: José Manuel García,
productor y orquestador; Eddy Cardoso, Ela Ramos Rodríguez y otros
especialistas del sello Bis Music.