La
Habana, 16 de julio.— Los peligros de una nueva guerra con el uso
del arma atómica fueron reiterados por el Comandante en Jefe Fidel
Castro, en un encuentro que sostuvo este viernes con los embajadores
cubanos en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX).
La conversación del líder de la Revolución cubana con el personal
diplomático fue transmitida íntegramente en la Mesa Redonda de la
televisión y la radio cubanas, donde insistió en los riesgos a que
se enfrentaría la humanidad en caso de que comenzara una agresión
contra Irán o la República Popular Democrática de Corea.
Al inicio de su intervención, Fidel leyó un mensaje que le envió
a los embajadores cubanos, en el cual recuerda que tan solo la
invasión a Iraq tiene un saldo de millones de personas afectadas,
entre muertos, heridos y desplazados, la mayoría civiles indefensos.
Más
de 100 000 soldados de Estados Unidos están presentes en el
conflicto bélico de esa nación y en Afganistán, precisó.
Dijo que el dilema estadounidense es que no pueden irse de esos
países ni quedarse. No pueden apelar ya a la diplomacia y lo hacen
con las armas, expresó.
El líder de la Revolución cubana calificó de "competencia
terrible" la desatada en el mundo por tener el arma nuclear después
de que Estados Unidos lanzara dos de estos artefactos sobre las
ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945.
Se
declaró convencido de que Franklin Delano Roosevelt, fallecido en
abril de ese año y que ostentaba entonces la presidencia
estadounidense, no hubiera dado la orden de la nefasta acción. En mi
opinión era un hombre sensato, expresó.
La decisión de hacer estallar las armas en Japón, ya derrotado en
la Segunda Guerra Mundial y sin poseer capacidad aérea para
interceptar los bombarderos estratégicos, la tomó Harry Truman,
vicepresidente en el mandato de Roosevelt.
Fidel dijo que actualmente existen varias potencias nucleares con
más de 20 000 ojivas estratégicas y no estratégicas. La sexta de
estas potencias es Israel, aunque ese dato lo obvien muchas fuentes.
Se refirió a que Estados Unidos ofrece un mundo sin esas armas,
pero a cambio de otras llamadas "convencionales" que por su elevado
poder destructivo no cambiarían esencialmente las amenazas y
mantendrían lo que calificó como "dictadura total del imperio".
El Comandante en Jefe repasó diversos despachos cablegráficos,
entre ellos uno de EFE que reconoce que ante un ataque militar
israelí al país persa, se tendrían resultados devastadores con
consecuencias globales incalculables.
También se refirió a los diferentes enfoques que las agencias de
prensa utilizan para desvirtuar la verdadera realidad del conflicto,
y la ridícula manipulación del secuestro y posterior retorno a Irán
del científico Shahram Amiri, una indiscutible maniobra de la CIA
que está siendo desmentida por su protagonista con la más sencilla
lógica.
Al referirse luego a las declaraciones de la comisaria de
Relaciones Exteriores de la Unión Europea sobre las probabilidades
de reinicio de las negociaciones con Irán, dijo que "es alpiste para
alimentar ilusos" y calificó las actuales presiones sobre el país
persa como una copia al carbón de lo que le hicieron al primer
ministro de Irán, Mohamed Mossadegh, antes de ser derrocado en 1953.
Precisó que aquel golpe a la democracia iraní ocurrió bajo el
auspicio de Estados Unidos y otras potencias occidentales, con el
pretexto de una respuesta a la aplicación de una política de
nacionalización de sus recursos naturales.
Señaló que una veintena de empresas transnacionales se han
retirado de ese territorio por miedo a las presiones del mercado
norteamericano, de la misma forma que ya lo hicieron importantes
bancos europeos.
Entre las empresas que cesaron sus operaciones en Teherán señaló
a las transnacionales Shell, Siemens y Caterpillar.
Medio siglo después, recordó Fidel, se repiten las mismas
fórmulas imperialistas contra el pueblo de la República Islámica de
Irán.