.—
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, reiteró hoy la posición de
su gobierno de condicionar el regreso de Honduras a la OEA a la
sanción de los responsables del golpe de Estado que derrocó al
presidente constitucional, Manuel Zelaya.
Durante su habitual rendición de cuentas sabatina por radio y
televisión, esta vez desde el cantón (municipio) Sigchos, provincia
andina de Cotopaxi, Correa subrayó que esa posición es inamovible y
así se lo dijo al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Tras su encuentro la víspera con Insulza para analizar el tema de
Honduras, Correa señaló hoy que "no hay acuerdo" para el retorno de
ese país a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que
fue suspendido en julio de 2009 por el derrocamiento de Zelaya.
Afirmó que el secretario Insulza quiere que Honduras regrese a la
Organización de Estados americanos (OEA) luego de haber sido
expulsada por el golpe de Estado que derrocó a Zelaya, "siempre y
cuando se sancionen los atentados a los derechos humanos."
"Nosotros hemos dicho que también se sancione a los que dieron el
golpe de Estado y los chafarotes que dieron el golpe de Estado,
militares, ya no están en las Fuerzas Armadas pero están en la
gerencia de empresas públicas", señaló el Jefe de Estado.
"No permitiremos que se quede en la impunidad ese hecho",
advirtió Correa, tras subrayar que con ese precedente "cualquiera
pueda dar un golpe de Estado y no pase nada."
"No estaremos de acuerdo con el regreso de Honduras a la OEA,
enfatizó, mientras no haya garantías de que, además de sancionar los
asesinatos, atentados a los derechos humanos, se sancione a los
militares y políticos que auspiciaron y ejecutaron ese claro
rompimiento democrático."