NUEVA ORLEANS,
16 de julio.— British Petroleum (BP) se declaró satisfecha el
viernes con los primeros resultados de la operación para detener la
fuga de petróleo en el Golfo de México, asegurando que la situación
seguía controlada 17 horas después del logro.
El vicepresidente de la compañía británica, Kent Wells, dijo que
la presión era favorable dentro de la campana y que no había señales
de nuevas fugas. Wells habló 17 horas después de que las válvulas
fueran cerradas para atrapar el crudo dentro del tapón del pozo, una
prueba que podría durar hasta 48 horas.
La alta presión es una señal favorable, ya que una caída sería
indicio de una nueva fuga, dijo Wells.
El viernes, la presión era de más de 6 700 libras por pulgada
cuadrada, por encima del mínimo que esperaban ver, pero aún no en el
nivel de entre 8 000 a 9 000 libras por pulgada cuadrada que
querían.
Wells también dijo que el trabajo se reanudaría en dos pozos de
contención aledaños. Estos son la solución permanente del gigante
petrolero para acabar con el escape subterráneo, que se ha
convertido en una de las peores catástrofes medioambientales del
país.