La selección masculina cubana de voli, ganadora de sus dos
últimos partidos frente a la Argentina, continúa en Buenos Aires su
preparación y viajará el lunes a Córdoba, sede de la finalísima de
la Liga Mundial.
Así lo ratificaron los organizadores del evento —del 21 al 25 de
este mes en el Orfeo Superdomo—, contemplado en el programa de
actividades concebidas por la Presidencia de la Nación como homenaje
al Bicentenario de la Independencia.
Durante esta semana los antillanos han aprovechado para regenerar
la forma física, con una mejor adaptación al clima y horario de la
hermana nación sudamericana. La escuadra albiceleste, que igualmente
permaneció en la capital, se trasladaba ayer hacia el escenario de
la competencia.
Rusia, primer rival de los cubanos el día 22, tampoco quiere que
la sorprendan y, para aclimatarse, desde el pasado lunes ya se
adiestra en Córdoba, provincia central del país, donde existe una
notable efervescencia por la realización de esta final de la Liga,
que Argentina montará por segunda ocasión, después de Mar del Plata
1999. Brasil, Italia y Serbia anunciaron para mañana sus llegadas a
tierra gaucha con lo cual quedaría completa la nómina de los seis
participantes.
Precisamente el equipo ruso que enfrentará a Cuba, tiene en su
nómina a voleibolistas regulares sobresalientes durante la etapa
eliminatoria. Son ellos: Maxim Mikhaylov (2,03 metros de altura,
decimotercer máximo acumulador con 159 puntos y cuarto en el ataque
al rendir para 51.10%); Dmitriy Muserskiy (2,15m, primero en
bloqueo, 0.98 por set); Taras Khtey (2,05m), Yury Berezhko (1,98m),
Alexander Volkov (2,10m), los pasadores Sergey Grankin (1,95m) y
Sergey Makarov (1,96m), junto al líbero Valery Komarov (1,98m).
El opuesto Semen Poltavsky (2,05m), muy conocido de la afición
cubana, apenas jugó en esta etapa inicial, actuó en un partido
completo contra Egipto y en dos sets ante Estados Unidos.