El
10 de noviembre del 2009 la Asamblea General de Naciones Unidas
acordó designar el 18 de julio como Día Internacional de Nelson
Mandela y llamó a conmemorar cada año, a partir del 2010, esta
celebración.
La fecha escogida marca el aniversario de su nacimiento y
constituye un homenaje de toda la humanidad a ese gran hombre,
insigne patriota africano, por su vida ejemplar dedicada a la lucha
por la liberación y la unidad de África y por su excepcional
contribución a la erradicación del odioso sistema del Apartheid,
instalado por la fuerza durante décadas en su natal Suráfrica.
Este especial reconocimiento de la comunidad internacional tiene
en cuenta también su dedicación al servicio de la humanidad, su
inestimable aporte a la solución de conflictos, las relaciones
interraciales, la promoción y protección de los derechos humanos, la
reconciliación, la igualdad entre los géneros, los derechos de los
niños y otros grupos vulnerables, y la defensa de las comunidades
pobres y subdesarrolladas.
Para el pueblo cubano, tan cercano a la historia y las luchas de
los pueblos africanos por su real y definitiva independencia,
Mandela es, además, símbolo imperecedero de la resistencia y el
espíritu indomable que no pudieron doblegar nunca el odio y el
ensañamiento de quienes durante 27 largos años lo encerraron en las
más difíciles condiciones en prisiones surafricanas.
Su figura legendaria, su fe en la victoria y su apego a los
principios constituyen el mayor estímulo y ejemplo para millones de
luchadores en todo el mundo. Su decisión de resistir todas las
presiones, sin jamás haber claudicado, acompañó a los pueblos
africanos en sus batallas por la liberación y estuvo especialmente
en los corazones de los miles de cubanos internacionalistas que
compartieron su lucha junto a nuestros hermanos africanos.
Su imagen, su obra y su vida toda son también, las que acompañan
hoy a nuestros Cinco hermanos presos injustamente en cárceles
norteamericanas por luchar contra el terrorismo, tres de los cuales
fueron de los internacionalistas cubanos que combatieron en Angola.
El ejemplo insuperable de Mandela ha inspirado también su
resistencia y su seguridad de que no importan los sacrificios cuando
se lucha por principios sagrados.
Suráfrica y Cuba tienen en la entrañable amistad de Nelson
Mandela y Fidel Castro un símbolo de hermandad que constituye una
guía para la juventud progresista mundial sobre el valor de las
convicciones y la confianza en la capacidad del ser humano para
construir un mundo mejor.
El homenaje que este 18 de julio rendirán los pueblos del mundo a
Mandela, coincide con un momento excepcional de la historia: la
crisis económica mundial que conduce a la pobreza y la exclusión a
millones de seres humanos, la destrucción acelerada del medio
ambiente, las guerras genocidas y ocupación militar de Iraq y
Afganistán y, sobre todo, las amenazas crecientes de una guerra
contra Irán que, como alerta el compañero Fidel, puede derivar en un
holocausto nuclear.
La Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional
del Poder Popular de la República de Cuba, conociendo los
sentimientos de amistad y gratitud de los diputados cubanos y de
todo nuestro pueblo hacia el querido amigo Nelson Mandela, se suma
al regocijo por esta celebración y espera que, al conmemorar este 18
de julio la vida de este extraordinario hombre, toda la humanidad
reafirme su compromiso de ser fieles a su ejemplo en la lucha por la
paz y la justicia social para todos.
El mejor homenaje a Mandela es ser consecuente con su obra y sus
postulados al servicio de las mejores causas que ha conocido la
historia.
La Habana, 15 de julio del 2010