A 37 ascendió el número de muertos tras el paso del tifón Consón
en Filipinas, donde las intensas lluvias provocaron serias
inundaciones en algunas zonas del país, mientras que en otras fueron
insuficientes para aliviar la sequía, reporta Prensa Latina.
Consón, el primer ciclón de la temporada, provocó serias
afectaciones en las barriadas más pobres de esta capital, con
deficientes sistemas de drenaje y una considerable acumulación de
basura, informó el Consejo de Coordinación para Desastres
Nacionales.
Según la agencia meteorológica, el temporal tocó tierra el pasado
martes en la provincia nororiental de Quezon con vientos sostenidos
de 120 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 150 y luego de
convertirse en tormenta tropical se dirige al Mar de China
Meridional.
Las autoridades aseguran que además de las víctimas fatales, casi
todas ahogadas o aplastadas por árboles o paredes derrumbadas, el
tifón dejó cerca de 30 desaparecidos, dañó al menos tres mil
viviendas y obligó a más de 10 mil personas a abandonar sus hogares.
Este jueves, grandes extensiones del norte del archipiélago
continúan anegadas, entre ellas la provincia de Batangas, en Laguna,
la vecina Cavite, Camarine Norte, Rizal y Bataan.
La provincia de Laguna, a orillas de un gran lago próximo a la
capital, declaró el estado de desastre, después que se inundaran 27
de sus 30 municipios.
Tal panorama contrasta con la escasez de agua registrada desde
hace meses en otras zonas del país asiático, golpeadas por la
sequía.
El director de la presa Angat, Rodolfo German, se lamentó de que
las lluvias no fueran suficientes en la zona del embalse, que
suministra el 97 por ciento del agua potable a los más de 11
millones de habitantes de Manila y abastece el riego de 27 mil
hectáreas de arroz.
Los niveles de agua, precisó, subieron ligeramente durante tres
horas por el tifón, aunque después reiniciaron su caída, lo único
bueno es que bajan despacio.
Se trata del nivel más crítico en los últimos 12 años, agregó.
La Administración de Servicios Atmosféricos, Geofísicos y
Astronómicos de Filipinas (PAGASA) se refirió, por su parte, a la
alarmante sequía e indicó que ésta persiste a pesar de que a
principios de junio último comenzó la temporada monzónica.
Cada año, una veintena de tifones azotan a Filipinas durante la
estación de lluvias que comienza en mayo o junio y se extiende hasta
octubre o noviembre.
La directora de la división hidrometeorológica de PAGASA, Susan
Espinueva, señaló que espera que el Gobierno realice operaciones de
lluvia artificial para que pueda aumentar el nivel de agua en las
presas.