La urgencia de revolucionar el modelo de desarrollo del turismo en el Caribe, mediante la oferta de nuevos y atractivos productos, figuró hoy entre los temas principales de la Convención Internacional de Estudios Turísticos.

En la jornada de debates, que acontece en el Palacio de Convenciones de La Habana, Miguel Brugueras, Premio Nacional de Economía de Cuba, enfatizó en la necesidad de renovaciones en la estrategia de los destinos caribeños, para mantener la afluencia de visitantes internacionales, dijo la AIN.

Brugueras refirió el impacto de la crisis económica mundial, que provocó la caída, en un cuatro por ciento, de la llegada de turistas a nivel mundial, y comentó sobre tendencias como la reorientación de los mercados emisores hacia destinos emergentes.

Ejemplificó con el crecimiento del número de viajeros -principalmente europeos- hacia el Mediterráneo en la primera década del presente siglo, mientras que en el Caribe se aprecia un estancamiento en ese aspecto.

Igualmente, significó a la Riviera Maya como estrella rutilante de este periodo, que cuenta con productos frescos como 15 campos de golf y decenas de marinas, 100 Spas en sus hoteles y villas, 23 parques temáticos y acuáticos, 24 grandes centros comerciales y una afluencia superior a los tres millones de visitantes foráneos.

El especialista pronosticó un cambio en los patrones de comercialización y la necesaria diversificación, ya que se prevé el arribo a los 60 años de edad del 30 por ciento de los turistas internacionales, para quienes no constituirá una predilección el modelo de sol y playa.

En ese sentido, sugirió el desarrollo constante de productos novedosos, que promuevan el disfrute de la naturaleza y el conocimiento de la historia, la cultura y las tradiciones, especialmente destinos como República Dominicana, Cancún y Cuba, donde tanto predomina esa anterior modalidad.