La armada israelí permanecía este lunes alerta mientras el
gobierno reiteró sus amenazas de interceptar un barco con ayuda
libia para palestinos en Gaza, en medio de críticas a una reciente
matanza de pacifistas en alta mar.
Navíos de la marina de guerra sionista monitoreaban a primeras
horas de este lunes el itinerario del barco Al-Amal (La Esperanza,
en árabe), que se dirige al enclave costero donde viven 1,5 millones
de palestinos sometidos a bloqueo israelí desde hace cuatro años,
reporta Prensa Latina.
Fuentes castrenses en Tel Aviv dijeron que sus efectivos fueron
puestos en alerta ante la eventualidad de un abordaje a la
embarcación de bandera moldova que zarpó del puerto chipriota de
Lavrio el sábado con dos mil toneladas de alimentos e insumos
médicos.
Un portavoz dijo que la marina israelí contactará con los
ocupantes del carguero, entre los que van 15 pacifistas y 12
tripulantes.
El canciller, Avigdor Lieberman, dijo el domingo a la emisora
Radio Ejército que no se permitirá a barcos de ningún tipo arribar a
Gaza, y que las ayudas para la empobrecida franja tienen que
descargarse en el puerto egipcio de Al-Arish o el israelí de Ashdod.
El director de la Fundación Caritativa y de Desarrollo
Internacional Kadhafi, Youssef Sawani, desmintió rumores de que el
barco se haya desviado hacia Egipto y advirtió que se trata de una
misión puramente humana, ni es provocación ni acto hostil.
Sawani consideró que las especulaciones sobre un supuesto cambio
de planes debido a presiones sionistas es definitivamente parte de
una campaña contra el barco, una campaña de distorsión, pero estamos
decididos a continuar hacia Gaza, por solidaridad con los
palestinos.
Fuentes vinculadas al gobierno del primer ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, indicaron que el ejército ha preparado planes
para atacar la embarcación si se niega a detener su marcha o no
acepta desviarse a Al-Arish.
Las tensiones estuvieron antecedidas por un informe del comité
habilitado por el ejecutivo israelí para realizar una investigación
unilateral de la matanza de nueve pacifistas turcos el 31 de mayo
durante el abordaje de una flotilla humanitaria Libertad.
Medios periodísticos locales citaron las críticas del referido
comité a errores en los preparativos del ataque a la flotilla,
aunque subrayaron que debido al mandato limitado del panel sus
valoraciones no tendrán repercusiones punitivas para el comando
naval agresor.