Cuba en el mundo

Actualizado 12:05 p.m. hora local

Crecen angoleños con luz de la alfabetización

Con saltos de alegría, Abel da Costa recibió junto a un grupo de adultos en la ciudad angoleña de Luanda el Certificado docente que lo acredita como alfabetizado, mediante el método de enseñanza cubano Yo, Sí Puedo (Sim, Eu Posso).

Aprender a leer y escribir, pese a mis 43 años de edad, es lo mejor que me ha pasado en la vida, es como ver la luz al final de un túnel, manifestó emocionado da Costa, quien labora como chofer de un auto de alquiler (carriña), reporta Prensa Latina.

Ya puedo mostrarles en los libros a mis hijos cuentos infantiles y contarles historias de reyes y de magos, confesó a Prensa Latina, en el barrio de Mussende, perteneciente al municipio de Viana, a unos 25 kilómetros de Luanda.

En Mussende, donde con la colaboración de la empresa constructora brasileña Odebrecht ya se construyó una escuela primaria, entre otras infraestructuras, más del 50 por ciento de los más de cuatro mil residentes en la demarcación son iletrados, según informaron autoridades tradicionales.

Líderes comunitarios se comprometieron a declarar el barrio libre de analfabetismo en saludo al 22 de noviembre, fecha en que el presidente Agostinho Neto iniciara por primera vez la campaña de alfabetización.

Para la joven Cecilia Antón Simao, de 23 años, quien vive en esa barriada, junto a su pequeño hijo y su madre, descifrar las primeras letras y aprender a contar, mediante la Cartilla y 65 clases en videos, es como un sueño, tocar las estrellas con las manos.

Cuando termine el curso de aprendizaje próximamente podré capacitarme para trabajar y ayudar económicamente a mi familia, proyecta esta joven desempleada, empeñada en vencer las carreras de la vida.

No menos enternecedora resultó la confesión de una mujer de avanzada edad que sintió en su ser el impacto de la grandeza del conocimiento, cuando por vez primera en su vida pudo leer, en un vetusto cuadro en su casa, su nombre: Rosa.

Así, las satisfacciones, las vivencias de crecimiento personal, se suceden por diversos sitios de la geografía de Angola, a medida que avanza la implementación del método de alfabetización cubano.

Muchos, como la asesora pedagógica cubana, Aideé Favier Ros, consideran la tarea de enseñanza a iletrados como un hermoso aporte humano que contribuye a que las personas, cuando dejan de ser analfabetas, luchen por transformar su entorno social.

Enseñar resulta una labor de mucha entrega, ya que no pocas veces hay que motivar en las comunidades a gente de avanzada edad que desconfían de sus capacidades intelectuales para aprender a leer y escribir, consideró.

A ellos hay que decirles: Arriba, tú si puedes contra el tiempo, y al final demuestran que pueden, aseveró.

De la misma forma opinan los asesores Ariel Tamayo Tamayo y Benito Bravo Hechavarría, quienes casi a diario recorren barrios de Luanda, por caminos fangosos y casi instransitables, para orientar a quienes imparten clases.

Para el asesor Felipe Mari Aguilera, la voluntad de aprender e instruir ha vencido obstáculos. Lo mismo en una iglesia, que en un pasillo, donde haya electricidad de la red o de un panel solar, los Facilitadores conectan el video y enseñan a los iletrados, consideró.

Con la colaboración de 10 asesores educativos de la mayor de Las Antillas, desde enero de este año a la fecha se han alfabetizado más de cuatro mil 400 adultos angoleños, cifra que debe crecer en los próximos meses, indicó el especialista cubano Ángel Abascal, al frente del proyecto.

El programa de alfabetización, que imparten facilitadores angoleños, se impulsa señaló- en las provincias de Luanda, Benguela, Huambo y Bié, con alrededor del 50 por ciento de la población del país.

También, en el municipio de Libolo, Kwanza Sul, donde ya recibieron sus pergaminos de alfabetizados 176 personas.

Abascal significó que el Programa Sim, Eu Posso, que cuenta con más de 300 puntos de enseñanza, donde aprenden más de 10 mil 250 adultos, es parte de un plan general del ministerio de Educación angoleño para desterrar el analfabetismo y el atraso escolar.

Recientemente, el ministro de Educación, Pinda Simao, valoró que los graduados confirman la eficacia y aplicación exitosa del método cubano de enseñanza, que experimentalmente comenzó a aplicarse en los municipios de Viana y Cacuaco, provincia de Luanda.

El Yo, Sí Puedo tiene la particularidad de haberse adaptado a las condiciones lingüísticas, económicas y sociales de este país africano con más de 17 millones de habitantes, donde una gran parte de la población es iletrada debido al lastre de la herencia colonial y de subdesarrollo.

Según datos de la ONU, en el mundo existen más de 800 millones de adultos analfabetos, de los cuales dos terceras partes son mujeres.

De otro lado, de los 120 millones de menores que están privados de educación básica, las dos terceras partes son niñas.

 

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