NACIONES UNIDAS, 8 de julio.— La posición de Cuba es clara en
relación con el veto, un privilegio anacrónico y antidemocrático que
debe ser eliminado cuanto antes, dijo hoy el representante de ese
país, Rodolfo Benítez.
El encargado para las negociaciones intergubernamentales sobre el
tema, reconoció que la Carta de la ONU obstaculiza acabar con esa
impedimenta.
Al dirigirse a la Asamblea General, congregada hoy, propuso
anular el veto en el seno del Consejo mediante el voto afirmativo de
determinada cantidad de miembros de ese órgano.
Consideramos que el concepto de autocontrol voluntario del
ejercicio del veto por parte de los miembros permanentes, es
insuficiente y para Cuba no es una opción aceptable, afirmó.
Benítez opinó que esto debe ocurrir sin que se establezcan
criterios selectivos o discriminatorios, para permitir ejercer el
derecho a una proporción adecuada de países en desarrollo, mientras
el veto siga vigente.
Cuba no favorece el ingreso de nuevos miembros permanentes sin
derecho al veto, porque eso creará una nueva categoría de
integrantes del Consejo y propiciará el desequilibrio a favor de los
cinco miembros permanentes.
No hay justificación para que los países en desarrollo que
ingresen en esa condición tengan un status menor que los que la
ostentan hoy, por eso Cuba apoya plenamente el justo reclamo de los
países africanos, enfatizó Benítez.
No podrá hablarse de una verdadera y profunda reforma del Consejo
de Seguridad, si la cuestión del veto queda relegada o ignorada,
concluyó.