El nacimiento promedio, desde el 2003 a la fecha de unos cuatro
mil pichones cada año, en la colonia de flamencos que nidifica en
Villa Clara, denota un comportamiento estable de la población de esa
especie y su descendencia
Esta cifra es muy superior a las reportadas décadas atrás, cuando
la caza furtiva y el daño físico a las crías representaban una
amenaza constante, explicó a la AIN José Antonio Santos,
especialista de la Empresa de Protección de la Flora y la Fauna (EPFF),
en Villa Clara.
La educación ambiental de los residentes en Carahatas, poblado
norteño donde está el área de nidificación, es el mayor soporte del
desarrollo de los flamencos, porque elimina la depredación del
hombre, acotó.
Los pichones nacidos este año ya muestran las primeras plumas, y
las mediciones del monitoreo sistemático reportan un correcto
crecimiento y vitalidad, explicó José Luis Collazo especialista de
la EPFF del territorio.
El éxito de las acciones proteccionistas y el cuidado que ofrecen
los residentes en toda la costa, se aprecia en la escasa incidencia
de muertes o accidentes durante el recorrido que realizan cada año
los flamencos adultos, junto a los polluelos hasta el área de
crecimiento, añadió.
En Villa Clara transitan varios kilómetros para llegar a las
zonas de alimentación ubicadas en las cercanías del poblado costero
de Isabela de Sagua, donde permanecen unos meses hasta que completan
el desarrollo físico y se preparan para el vuelo, concluyó.