Terminó el XII Campeonato Mundial de Softbol para el elenco femenino cubano, al ser superado 0-1 por Taipei de China. Mas la gallardía de nuestras muchachas, a pesar del poco roce internacional, anda en boca de todos los seguidores de este deporte.

La jardinera izquierda Yanitza Avilés descolló a la ofensiva. Foto: Yordanka Almaguer, enviada especial

Después de veinte años de ausencia a estas lides, las antillanas batallaron de tú por tú contra los equipos contendientes de su grupo, al punto de caer 0-1 frente a las japonesas, monarcas olímpicas de Beijing’08, y favoritas para disputar la final junto a las estadounidenses.

Tal vez algunos no conozcan que el elenco taipeiano que nos eliminó es uno de los más fuertes a nivel mundial, aunque logró su clasificación a última hora. Taipei de China ha sido medallista mundial en tres ocasiones: plata (1982) y bronce (1994 y 2002). No tratamos de justificar la derrota, sino de otorgarles el mérito merecido a nuestras muchachas, que lo dieron todo hasta el final sin importarles la historia de sus rivales.

En declaraciones a la prensa venezolana, el manager del conjunto, Luis Suárez, expresó que "el Mundial sirvió para cambiar la imagen del equipo", en tanto varias muchachas afirmaron que este evento ha servido para que los cubanos crean más en el softbol femenino.

"Los resultados del equipo han tenido una repercusión positiva tanto en la afición de la Isla como en la directiva del deporte nacional, y de esta forma nos tomarán más en cuenta", aseveró Suárez, quien añadió: "tenemos nivel para enfrentarnos a las mejores del mundo, y estamos seguros de que poco a poco iremos mejorando".