El método
burocrático de trabajo es un mal contra el cual todos los
revolucionarios debemos estar alertas. Es un mal en el que puede
caer fácilmente, incluso, un buen revolucionario.
Debe ser para el revolucionario una cuestión de principios. Es
decir que por una cuestión de principios el revolucionario debe
evitar caer en el método burocrático de trabajo.
El método burocrático significa gobernar desde arriba. El método
burocrático significa decidir desde arriba. Significa la ausencia de
contacto entre el que administra —entre el que dirige, entre el que
gobierna— y las masas. El contacto con la base y con las masas hace
que se reduzcan al mínimo las equivocaciones que pueda cometer un
gobernante o un funcionario administrativo. Además, es lo que hace
que cuando una medida sea necesaria, imprescindible, esa medida, su
necesidad, sea compartida exactamente igual por la masa. Por los que
trabajan como por los que dirigen. Hay medidas que son innecesarias,
que si hubiera contacto con las masas no se realizan.
Cuando una medida es imprescindible y necesaria, exige más
trabajo. Si las masas están conscientes de esa necesidad, entonces,
por difícil que sea, esa necesidad se satisface, esa medida se lleva
adelante.
[¼ ] La Revolución nos ha enseñado a
todos nosotros, que lo que se le plantea al pueblo, y lo que surge
del pueblo, inmediatamente cobra una fuerza arrolladora, y, sin
embargo, cualquier cosa que se haga de espaldas al pueblo, cualquier
medida —en un sindicato, en cualquier parte— que se tome de espaldas
a la base, cualquier sacrificio que se le imponga a la base, crea
malestar y crea disgustos, en la misma medida en que estaría
dispuesto a hacer mucho más cuando se consulta con ella, y cuando se
le convence de que es necesario hacer un esfuerzo, o es necesario
hacer un sacrificio. Ése es el verdadero método revolucionario [¼
]
Muchas veces se sabe en la calle, o en el centro de trabajo, lo
que no se sabe desde un cargo de ministro, o desde un alto cargo del
Estado. Cuando se quiere saber sobre muchos temas, sobre muchas
cuestiones, no hay un método mejor que hablar con el pueblo, hablar
con el centro de trabajo, conocer las opiniones, conocer los
problemas.