Muchos poquitos suman riquezas
JORGE LUIS MERENCIO CAUTÍN
BARACOA, Guantánamo.— La diversidad de cultivos, estrategia de
siembra tantas veces requerida a las entidades agrícolas, por su
impacto en las cosechas y la rentabilidad, se ha convertido en la
columna vertebral de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC)
Eraldo Martínez Quiroga.
La
producción cunícola, iniciada a fines del pasado año, rebasa los 70
animales.
Hasta hace pocos años, ese colectivo, ubicado al norte de la
Ciudad Primada de Cuba, limitaba su producción a cuatro renglones:
leche, viandas, carnes vacuna y ovina, los cuales no le aseguraban
resultados favorables.
La necesidad de revertir la situación y mejorar el bienestar de
sus integrantes, conllevó a que en el 2008 la nueva administración,
encabezada por Juan Terán Barrera, incursionara en otras
producciones.
Entonces, sin desatender sus renglones tradicionales, ampliaron
sus esfuerzos a la crianza de animales, para lo cual adquirieron
conejos, pavos, patos, gallinas serranas y chivos de buen potencial
genético, con el objetivo de fomentarlos.
Alberto
Milián muestra orgulloso el área de arroz que atiende.
La carencia de tierras llanas para el desarrollo de los cultivos
varios nos motivó a diversificar la producción e incrementarla
mediante la suma de muchos poquitos, comenta el administrador.
La variedad de renglones —asegura Terán— ya propicia un cambio en
los resultados económico-productivos de la cooperativa y,
consecuentemente, en el bienestar de sus integrantes, quienes
mejoran sus ingresos y la alimentación.
Los cooperativistas están ahora más motivados a trabajar, pues
perciben mejor el beneficio de su esfuerzo, sostiene el
administrador y apunta que ya el pasado año obtuvieron más de 48 000
pesos de ganancia.
El 2009 —argumenta— solo fue el anuncio de lo mucho que podemos
avanzar. Todavía tenemos reservas productivas, como lo demuestra la
reciente incursión en la producción de carne de cerdo, mediante un
convenio con la Empresa Porcina.
SIEMBRA DE ARROZ Y CEBA DE TOROS
A estas dos producciones, a las cuales ningún colectivo agrícola
debiera dar la espalda, también se ha sumado la UBPC Eraldo
Martínez.
En el caso del arroz, tienen la experiencia de una modesta
cosecha realizada el pasado año, la cual los motivó a sembrar una
nueva área, lista para recolectarse en julio próximo.
El propósito es aprovechar cada bajío en el fomento del arroz, y
sumar pequeñas áreas para luego suplir, en lo posible, el suministro
estatal que recibimos de ese alimento, en cuya compra nuestro país
invierte mucho dinero, argumenta Alberto Milián Guilarte, encargado
de ese cultivo en la cooperativa.
En el pasado mes de abril, los integrantes del colectivo se
incorporaron a la ceba vacuna. Lo hicieron con animales de la propia
UBPC. "Es un paso modesto, pero seguro, pues crea la base para
futuros crecimientos en una actividad tan rentable", opina Daimara
Coutín Pérez, médica principal.
Además de la crianza de distintos animales, disponen de un
organopónico o huerto intensivo, un centro de lombricultura y otros
abonos orgánicos, un área de frutales con no menos de 30 especies, y
mantienen un destacado desempeño en el uso y conservación de la
tierra.
Más allá de los beneficios económico-productivos, la diversidad
de renglones trae otros reconocimientos a la UBPC Eraldo Martínez.
Por el desarrollo de los 12 subprogramas básicos está propuesta para
recibir la condición de Excelencia en la Agricultura Urbana y
Suburbana.
Apenas 22 cooperativistas asumen las labores, cuya entrega le
imprime otro impulso a la producción de alimentos, tarea a la que
está abocado el trabajo de estos hombres y mujeres del campo. |