GAZA, 25 de
junio.— Israel intensificó la escalada represiva contra los
palestinos, al realizar cuatro bombardeos aéreos contra Gaza y
proseguir las demoliciones de viviendas en Jerusalén, haciendo caso
omiso a fuertes críticas internacionales.
Los
aviones de combate israelíes atacaron zonas residenciales del norte
y sur de Gaza, causando serios daños en las localidades de Jabalina
y Beit Hanoun, principalmente en zonas industriales, que según Tel
Aviv son utilizadas como almacenes de armas.
Además de los destrozos en la parte septentrional de la Franja,
el mando castrense israelí aseguró que sus aparatos destruyeron dos
túneles subterráneos cerca de la sureña localidad de Rafah,
fronteriza con Egipto, donde afirman que hay numerosos pasadizos
clandestinos bajo tierra, dijo PL.
También el régimen sionista sigue la demolición de viviendas
árabes en Jerusalén y otras áreas cisjordanas, luego de que el
primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciara que su
partido Likud aprobó un plan para continuar la expansión de
asentamientos ilegales en la Ribera Occidental.
Israel quiere derribar 22 casas en un barrio de Jerusalén Este
para construir un centro turístico que, en la práctica, procura
legitimar el despojo de terrenos a residentes palestinos, acción
también condenada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.