La entrega de tierras ociosas a personas jurídicas y naturales en
la provincia de Ciego de Ávila ascendió a más de 66 mil hectáreas,
como vía para incrementar la producción de alimentos y disminuir
importaciones.
Más del 40 por ciento de la superficie adjudicada en usufructo
mediante el Decreto Ley 259 se encuentra incorporada al proceso
productivo, que comprende viandas, granos, frutales, y desarrollo
vacuno y de ganado menor, fundamentalmente, reporta la AIN.
A más 20 meses de la puesta en vigor de ese texto legal, todavía
existen en espera de labradores amplios espacios improductivos o
deficientemente explotados, donde crecen el marabú y otras malezas.
Huber Pérez, subdelegado de la Agricultura en el territorio,
explicó que el otorgamiento de las fincas inactivas no ha estado
exento de dificultades, pero se realiza organizadamente para
conferir con eficiencia las parceles que aún restan.
Parte importante de las viandas, granos y frutales cosechados
este año en Ciego de Ávila, además de leche de vaca y carne,
corresponde a las tierras que estaban desocupadas, lo que valida su
puesta en práctica e impacto social y económico.
Arelys Maristán Ortega, a cargo de la Oficina de Control de la
Tierra, señaló entre los usufructuarios a Raimundo Muro, del
municipio de Ciego de Ávila, que entrega por día 30 litros de leche
de chiva y dispone de más de un centenar de caprinos.
Otros campesinos sobresalientes son los hermanos Luis y Baudilio
González, de Chambas, dedicados a la siembra de arroz, quienes
consideran que su mejor regalo al 26 de Julio es ayudar a sustituir
importaciones para que la provincia siga siendo destacada en la
emulación por la efemérides.