Con posiciones encontradas sobre una reforma del sistema
financiero y algunas críticas a los planes de ajustes, fue
inaugurada este viernes en Ottawa una Cumbre de los ocho más ricos
del mundo, reporta Prensa Latina.
La cita está marcada por la frágil recuperación económica, que
aparece como tema central de los líderes de Canadá (anfitrión de la
cita), Estados Unidos, Japón, Rusia, Francia, Alemania, Italia y
Reino Unido.
Poco antes de la sesión inaugural, la canciller alemana, Angela
Merkel, afirmó que tanto su país como el resto de la Unión Europea
consideran llegó el momento propicio para reducir los déficit
fiscales.
Alemania y la Unión Europea tienen una posición firme al defender
los programas de ajustes y recortes de gastos sociales para mermar
las deudas, después de experimentar lo que ha significado la crisis
para España, Italia y Portugal.
A la cumbre del G-8 le seguirá sábado y domingo la reunión de
jefes de Estado del G-20, que se espera esté dominada precisamente
por los debates sobre la austeridad fiscal.
Washington solicitó a Europa concentrarse en estimular el
crecimiento, en lugar de recortar los planes de gasto aplicados para
hacer frente a la peor recesión global de las últimas décadas.
Alemania y el resto de los líderes europeos creen que ha llegado
el momento de apretarse el cinturón y reducir la deuda y el déficit.