El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sobrevoló
este viernes municipios afectados por intensas lluvias en los
estados de Alagoas y Pernambuco, devastación que ha provocado 46
muertos y cuantiosos daños materiales.
En declaraciones a la prensa, Lula indicó que "ninguna fotografía
y ningún filme demuestra la gravedad de la situación que la gente ve
cuando camina por las calles de la ciudad", reporta Prensa Latina.
Reveló la obligación política, humana y moral de ayudar a
reconstruir las ciudades damnificadas por las inundaciones
provocadas por el desbordamiento del Río Mundaú debido a las fuertes
precipitaciones que produjeron olas similares a las de un tsunami y
devastaron poblaciones ribereñas.
Por eso, el mandatario apuntó que las nuevas viviendas deben ser
erigidas en lugares alejados del río, cerca de las ciudades, pero
sin permitir que haya especulación inmobiliaria con el terreno, pues
-advirtió- siempre hay quienes quieren sacar provecho de estas
situaciones.
Lula anunció la liberación de otros 48 millones 700 mil reales
(poco más de 27 millones de dólares) para medidas emergentes de
recuperación y ampliación del acceso de la población a los servicios
de salud en los dos estados.
Esos recursos se suman a otros 500 millones de reales (unos 277
millones de dólares) que serán empleados en la reconstrucción del
área física y la reposición de equipos de 94 Unidades Básicas de
Salud y seis hospitales en esos dos estados.
Con ese dinero serán adquiridos insumos básicos de salud, como
medicinas y material de consumo, mientras la recuperación de la
atención sanitaria en Alagoas y Pernambuco contempla además un
reforzamiento de la asistencia hospitalaria.
Por otra parte, con la localización de un nuevo cuerpo sin vida
en Barreiras, Pernambuco, suman 46 los muertos por las lluvias en
los dos estados, 29 de ellos en Alagoas. El balance incluye también
la destrucción de 11 mil 407 viviendas, 79 puentes y más de dos mil
kilómetros de carreteras, en las 59 ciudades afectadas.
La Coordinadora de la Defensa Civil en Pernambuco precisa que
pasan de 26 mil 700 las personas que perdieron sus hogares en ese
estado y de 53 mil 500 las que tuvieron que abandonar sus hogares.
En Alagoas, son más de 130 los desaparecidos, más de 26 mil 600
personas quedaron sin viviendas y más de 47 mil 800 se vieron
precisadas a salir de sus lugares de residencia.