La
ciudad de Camagüey vive este jueves el primer día de la nueva
edición de su San Juan, el carnaval que desde el siglo XVIII la
estremece con euforia caldeada por el verano.
Los festejos fueron inaugurados en el primer minuto de hoy con
una ceremonia desde los balcones del antiguo Ayuntamiento, y a
continuación comenzó una algarabía de congas, comparsas y disfraces.
La apertura ratificó la tradición de la lectura del bando
--documento normativo de la cita-- en la fachada de la actual sede
del Poder Popular municipal, inmueble considerado el de mayor tiempo
dedicado a funciones de Gobierno en Cuba, vigentes en ese local
desde la referida centuria.
Este jueves, además, la mayoría de las cuadras se llenarán de un
espectáculo gastronómico singular, la preparación callejera del
ajiaco, durante actividades vecinales organizadas por los CDR.
La confección del fuerte caldo en la calle evoca al plato típico
de los monteros en su participación en ferias de venta de ganado en
la localidad, citas cuya confluencia con celebraciones procedentes
de Europa sentaron las bases del San Juan.
Mañana será el primero de los cinco paseos, con carrozas, congas,
comparsas y los monos viejos, el emblema de los disfrazados de uno
de los más pintorescos carnavales de la Isla.
Los dos últimos de esos desfiles se efectuarán el domingo, el
nocturno por tres repartos, y el matutino protagonizado por niños y
adolescentes por la Avenida de la Libertad.
Más de 60 agrupaciones artísticas y solistas actuarán en las 43
áreas fijas previstas, según el programa suministrado a la prensa.
Los festejos tendrán otra vez en la clausura oficial --en la
tarde del martes próximo--, otro de sus sellos distintivos, el
denominado entierro de San Pedro, la más multitudinaria de las
congas del jolgorio, en una despedida de choteo desbordado.
Ese será sin embargo un fin formal, porque la fiesta proseguirá
varias horas después, hasta la medianoche.