Las donaciones me hacen más humano

Asegura uno de los avileños más destacados en el acto de brindar su sangre

ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ

BOLIVIA, Ciego de Ávila.— Más de tres décadas han pasado desde la primera vez. A los 61 años de edad Vicente Valdés Companioni, sigue con el brazo extendido y muestra la misma decisión de entonces.

Foto del autorEl brazo derecho es el de las donaciones, asegura Vicente.

Quién sabe cuántas veces ha abierto y cerrado las manos para que el líquido fluya con rapidez y llene el pomo o la bolsa utilizada para la ocasión.

Acumula 105 donaciones y, según dice, tuviera casi 200 si no hubiera dejado de hacerlas durante algún tiempo, cuando era soldador en la granja cañera Sofía, en el norteño municipio avileño de Bolivia, territorio destacado en la provincia por el número de donaciones.

"La primera vez fue por problemas familiares y desde entonces lo seguí haciendo para quien le hiciera falta. Lo hago cada tres meses, como debe de ser. Ese ciclo lo mantendré hasta que la salud me lo permita.

"Fíjese si lo del plazo que dan los médicos está bien estudiado que cuando se acerca la fecha me entra un calor, un fogaje y me pongo colora’o. Enseguida me digo: ‘Vicente, ya tienes que donar’."

Por esa razón, no hace mucho dejó la tarjeta de control guardada en su casa y cuando le preguntaron desde cuándo no ofrecía el líquido, la respuesta fue segura y tajante: "Hace tres meses exactos", y, sin embargo, le faltaban 14 días para la fecha.

"Se que no debía adelantarme pero la salud me lo pedía y seguro alguien necesitaba de mí". Cada nueva donación, comenta con jocosidad, es una vida que ayudo a salvar, no importa dónde, ni qué tipo de persona es." En una ocasión viajó desde su municipio hasta la ciudad de Ciego de Ávila, distante más de 80 kilómetros, a ofrecérsela a una mujer que lo necesitaba.

Vicente no solo es Vanguardia Nacional en las donaciones; es, además, cederista y revolucionario a carta cabal; fundador de la Asociación de Jóvenes Rebeldes y ha ocupado cargos en la más numerosa organización de masas del país, desde presidente hasta coordinador de zona.

Su grupo sanguíneo es A positivo y sabe que ese tipo tiene gran importancia, pues solo pueden recibirla los que posean la misma sangre, pero asevera que hubiera querido ser O negativo, que es el del donante universal "para dársela a todo el mundo".

Tan sencilla como humana es la historia de Vicente.

 

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