Uno de los días más sangriento registraron las fuerzas ocupantes
cuando insurgentes afganos ocasionaron 11 militares muertos de
Estados Unidos, Australia y Francia en diversas acciones en los
conflictivos territorios oriental y sureño, comunicaron este martes
fuentes militares.
Esos sucesos con disparos y atentados dinamiteros causaron las
pérdidas de vida a siete soldados del Pentágono, dos australianos y
un legionario francés a los cuales se sumó un contratista
estadounidense que entrenaba a la policía afgana, reporta Prensa
Latina.
Fuentes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)
confirmaron que dos soldados australianos resultaron bajas fatales
por una bomba en la provincia de Uruzgán y uno francés por disparo
de misil en la de Kapisa.
Otros tres militares franceses resultaron heridos durante una
patrulla de reconocimiento en el sur de Afganistán.
Mientras, el portavoz del ejército estadounidense, coronel Wayne
Shanks, reportó que cinco de sus militares perecieron en el
transcurso de un atentado y los otros dos en ataques separados en el
convulso sur afgano.
Esa versión informa también, que el contratista estadounidense y
un guarda de seguridad nepalí resultaron bajas fatales cuando tres
atacantes atentaron contra las puertas principales de un centro de
entrenamiento de la policía en la ciudad de Kandahar.
El Ministerio afgano del Interior indicó por su parte que siete
agentes de compañías de seguridad privadas de Estados Unidos
murieron en varios ataques en la provincia de Ghazni, destacó este
martes el Ministerio del Interior afgano.
De ellos cinco fallecieron y otros cuatro fueron heridos por la
explosión de dos bombas en los distritos de Wahaiz y Band Aab. Dos
más murieron en una emboscada en el distrito de Andar.