La compañía British Petrolium (BP) aseguró que está recuperando
un promedio de 10 mil barriles diarios de petróleo en el Golfo de
México y que espera mejorar la captura de crudo cuando realicen
otras operaciones.
De acuerdo con informaciones emitidas por expertos de la BP, el
próximo paso será intentar taponar las aberturas de la campana de
contención colocada el pasado viernes sobre la zona del escape,
reporta Prensa Latina.
Con esto se pretende impedir la entrada de agua de mar y la
obstrucción de la tubería que lleva el petróleo recogido, indicaron.
Sin embargo, científicos estadounidenses alertaron sobre el
desastre ecológico que se vislumbra en el Golfo debido a la gran
mancha de crudo que se extiende por la zona.
Según los últimos estimados de la Universidad de Miami, la
extensión de petróleo vertido a causa de la explosión de una
plataforma, abarca unos 24 mil 435 kilómetros cuadrados, y la
cantidad de combustible derramado se calcula en más de 70 millones
de litros.
Sylvia Earle, una prestigiosa oceanógrafa estadounidense, lamentó
el desastre y aseveró que el "Golfo no es ni una cloaca de la
industria petroquímica, ni un maná inagotable para la pesca. Es el
Mediterráneo americano, un laboratorio de vida".
Pensábamos que el Golfo, como el océano, era tan vasto e inmenso
que nade podía hacerle daño, sin embargo, la sobrepesca lo dejó sin
gambas, cangrejos, tortugas, meros, atunes y tiburones.
"En el nombre de la energía barata, estamos acabando con los
mares y con el planeta Tierra", subrayó la experta.
Mientras otros especialistas advierten sobre las consecuencias de
la situación, como la posibilidad de que se cree una zona muerta, ya
que desaparecerá todo tipo de vida en el lugar.
Al menos dos largas manchas submarinas han sido detectadas en las
últimas semanas, y los investigadores previenen contra las
consecuencias del cóctel tóxico creado por el uso abusivo de los
dispersantes, uno de los proyectos utilizados con el objetivo de
detener la expansión de crudo.
Este ha sido considerado el mayor desastre ambiental en la
historia de Estados Unidos, y las maniobras de la compañía British
Petroleum (BP) por detener la fuga aún no son suficientes.