Su capital Puerto España, que es además la mayor ciudad del
pequeño paraíso turístico avistado por Cristóbal Colón en 1498,
ocupó por estos días los titulares de los medios de prensa para dar
cobertura a las elecciones generales del archipiélago, que por
primera vez inviste a una mujer como primera ministra.
Kamla Persad-Bissessar, de 58 años, es el nombre en boca de todos
desde que su coalición, integrada por el Congreso Nacional Unido, el
Congreso del Pueblo y la Organización del Pueblo de Tobago, venció
por un amplio margen al Movimiento Nacional Popular al ganar 29 de
los 41 escaños de la Cámara de Representantes.
De la alianza gobernante, el Congreso Nacional Unido logró 21
puestos, el Congreso del Pueblo seis y la Organización del Pueblo de
Tobago dos, mientras el saliente Movimiento Nacional Popular, ahora
en la bancada opositora, retuvo los restantes 12 asientos.
Dos días después de conocerse los resultados de los comicios —que
contaron con una participación popular del 60% según las primeras
estimaciones—, en el edificio Knowsley, sede de la Cancillería
local, la nueva jefa de Gobierno tomó juramento de su cargo y
posesionó a los 25 miembros del gabinete, que la acompañarán en la
conducción de la nación caribeña durante los próximos cinco años.
"Respetaré la Constitución y la ley. Cumpliré consciente,
imparcialmente y de la mejor manera posible mis deberes como primera
ministra y haré lo correcto para todo el pueblo sin temores o
favores, preferencias o rencores", declaró Persad-Bissessar en la
ceremonia de investidura acompañada por el presidente George Maxwell
Richards.
"Nuestro desafío es mantenernos unidos", sentenció, para poner
desde bien temprano los puntos sobre las íes. Y aprovechó además
para dejar en claro las características de su gobierno, durante el
cual advirtió que exigirá a los miembros del recién conformado
gabinete trabajar con profesionalidad, eficiencia y transparencia
por el progreso económico y social de las islas, sin atender a
intereses individuales.
La fortaleza política de la nueva líder le ha permitido ocupar el
puesto de fiscal general de su país, nunca antes en manos de una
mujer, las carteras de Justicia y Educación y el cargo de jefe de
Gobierno en funciones en el 2000, antes de ser abanderada como la
primera fémina en asumir el poder en la historia de la ex colonia
británica.
En este caso, la principal arma de Persad-Bissessar para hacerse
de la victoria en las urnas frente al ex primer ministro Patrick
Manning, de 64 años —que ostentó el liderazgo político del país del
1991-1995 y nuevamente entre el 2001 y el 2010—, fue su sorprendente
labor para aliar las fuerzas opositoras en la actual coalición
gobernante.
Además, la premier trinitaria ha declarado que su programa de
gobierno está enfocado en la lucha contra el crimen, la violencia y
la corrupción, así como en obtener mejoras concretas en la salud y
la gobernabilidad, proyectos que le ganaron desde bien temprano el
apoyo del pueblo.
De esta forma, las cartas están sobre la mesa. Para Trinidad y
Tobago comienza una nueva etapa en su historia política al votar por
primera vez a una mujer como primera ministra. Persad-Bissessar
asume esa responsabilidad contando a su favor con el respaldo de las
masas y con una amplia y ventajosa presencia de los miembros de su
partido en el Congreso. Solo resta esperar.