La promesa hecha este martes por el presidente estadounidense, Barack Obama, de llevar a juicio a los culpables del derrame de petróleo en el golfo de México, reta a los investigadores.

La comisión bipartidista nombrada por el mandatario y encabezada por el ex senador demócrata Robert Graham y el ex jefe de la Agencia de Protección Medioambiental William Reilly (republicano) debe profundizar en diversidad de aspectos que hacen pensar existe algo turbio este asunto, reporta Prensa Latina.

Recientemente Obama aseguró que en la agencia encargada de supervisar la extracción de crudo había corrupción desde hacía años y, coincidentemente, el día del anuncio renunció Elizabeth Birnbaum, directora del Servicio de Gestión de Minerales (MMS, por su sigla en inglés).

Esa es la entidad encargada de controlar las exploraciones petrolíferas y de gas en el país.

La violación de ciertas normas en los permisos para realizar perforaciones mar afuera, afectarán la política energética del gobierno, estiman medios políticos y de prensa.

El desastre de Deepwater Horizon debe alentar hacia un mayor escrutinio sobre la perforación de petróleo en aguas profundas, crucial para el futuro suministro de crudo y gas natural a los estadounidenses, mostraron las audiencias realizadas en comisiones del Senado.

Al respecto, los estadounidenses ponen en tela de juicio la labor del MMS y denuncian la violación de normas que se sospecha provocaron el desastre ecológico.

El senador estadounidense Jeff Bingaman estima que fracasaron las regulaciones, lo que a su juicio propició el derrame que afecta ya a los estados de Misisipi, Luisiana, Alabama y Florida.

Tras valorar una serie de violaciones técnicas en la explotación de los pozos, el legislador instó a las autoridades a determinar hasta que punto esos problemas están presentes en otras operaciones de exploración en el Golfo.

El grupo investigador ahora enfrenta el reto de proporcionar las pruebas que permitan sentar en el banquillo de los acusados a los culpables.