La condena de Australia al bloqueo israelí a Gaza empeoró este
martes las tensas relaciones entre Canberra y Tel Aviv, afectadas
por el escándalo de los pasaportes falsos en Dubai, reporta Prensa
Latina.
El propio primer ministro, Kevin Rudd, condenó la agresión hebrea
a una flotilla humanitaria en aguas internacionales y consideró que
el bloqueo contra dicha región palestina debe ser levantado.
"Creemos que el pueblo de Gaza, más allá de sus reivindicaciones,
tiene que recibir ayuda humanitaria, y si el bloqueo lo impide,
entonces debe ser levantado", declaró Rudd a la prensa.
Las declaraciones de Rudd coinciden con la expulsión del jefe del
Mossad (servicio secreto israelí) en Australia, por falsificar los
pasaportes australianos empleados por los asesinos de un comandante
palestino en Dubai.
El canciller Stephen Smith confirmó que un voluntario australiano
resultó herido en una pierna durante el ataque israelí a la flotilla
Libertad, que dejó una decena de muertos.
Australia exigió a Israel una investigación creíble del incidente
que Smith calificó de "terrible e impactante" y que generó inmediato
rechazo mundial por el excesivo uso de la fuerza.
En Sydney, un millar de manifestantes entonaban coros contra las
masacres de Israel y Estados Unidos, acusando a Tel Aviv de ser un
gobierno terrorista y defendiendo los derechos de Palestina.