Cuba destacó en Ginebra la política comercial de China, su
cooperación con naciones pobres y resaltó cómo ese país en
observancia de las reglas internacionales emprendió el camino más
corto y exitoso hacia el desarrollo, reporta Prensa Latina.
La pertenencia de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC),
su existencia como potencia económica, y la orientación socialista
de su proyecto político, económico y social, son elementos de
esperanza para el mundo, dijo en su discurso el embajador cubano
aquí, Rodolfo Reyes.
Sus resultados permiten pensar en la posibilidad de construir un
sistema de relaciones entre los países más justo que aquel que ha
polarizado la riqueza y condenado a la miseria deplorable a miles de
millones de personas en el mundo subdesarrollado, enfatizó.
Reyes detalló que como consecuencia de la crisis financiera
mundial, esta nación tuvo, como el resto del mundo, trances respecto
al comercio exterior y a la Inversión Extranjera Directa y sin
embargo no dejó de crecer a ritmo sorprendente.
China se ubicó en el año 2009 en el primer puesto como exportador
de bienes del mundo, agregó.
Asimismo, el embajador cubano distinguió la cooperación y ayuda
del gigante asiático con los países pobres, un aporte extraordinario
en momentos en que las crisis financieras y de alimentos golpean
duramente el desempeño respecto a sus objetivos económicos y
sociales.
Expuso la asistencia brindada a otros territorios en desarrollo
para crear, para 2013, más de 100 pequeños proyectos de energía
limpia, por ejemplo hidroeléctricos, de energía solar y de biogás,
la ayuda alimentaria y asistencia en materia de atención sanitaria,
educación y ciencia y tecnología.