Plantaciones de malanga, boniato, pepino, y calabaza, entre
otras, conforman el diseño de siembras de la provincia cubana de
Villa Clara para enfrentar la venidera temporada ciclónica.
Rafael Rodríguez, subdelegado del Ministerio de la Agricultura (MINAGRI)
en el territorio, explicó a la AIN que esos cultivos resisten más el
embate de los vientos y las fuertes lluvias propias de ese período.
Las cualidades de cada uno de ellos les permite sobrevivir en
terrenos encharcados, además de que por su porte bajo los tallos no
se parten con las rachas de aire, añadió.
En la provincia existe, además, un plan de preparación con los
obreros de las instalaciones porcinas, avícolas, vaquerías rústicas
y otros centros para que puedan desmontar con rapidez las
estructuras y poner a buen resguardo animales y recursos, explicó.
Los molinos de viento y las casas de cultivos, los que por su
fragilidad son vulnerables, también se desmantelan ante la llegada
de ciclones, concluyó.
En todas las cooperativas existe un cronograma de siembra para
minimizar los daños, propósito en el que debe trabajar cada
campesino, explicó Amado Pérez, funcionario de la Asociación
Nacional de Agricultores Pequeños, en Villa Clara.
Un ejemplo de la efectividad de esas acciones fue en 2008, cuando
luego del cruce de tres ciclones por el archipiélago nacional, en
esta provincia el abastecimiento en los mercados se realizó con
rapidez, al igual que el reinicio de las plantaciones, concluyó.