Programa de desarrollo bufalino

Contrapunteo feliz entre excelentes productores

MIGUEL FEBLES HERNÁNDEZ

Diosnel Cabrera y Orlando Casellas no son repentistas ni mucho menos, pero desde hace un buen tiempo sostienen una sana y a veces picante controversia, para conocer quién saca mayores provechos de las búfalas en sus respectivas lecherías, ubicadas en los predios de la Empresa Ganadera de Camagüey.

Si se revisan los números "fríamente", la balanza se inclina a favor de Diosnel, excelente productor que el pasado año acopió en la unidad "La Nenita" 52 000 litros de leche y en la campaña actual asegura poder llegar a 60 000, pues cuenta con todas las condiciones para lograrlo.

Foto del autorDiosnel espera rebasar este año la marca de los 60 000 litros de leche de búfala.

"Esos volúmenes, afirma, jamás los había alcanzado. Son fruto, en primer lugar, de una adecuada atención del rebaño, pero también de la introducción de técnicas y equipos que favorecen el desempeño de los vaqueros y repercuten en la productividad de los animales."

La lechería que dirige Diosnel fue una de las primeras en aplicar el ordeño mecánico de las búfalas, experiencia que no demoró en dejar positivos dividendos.

"Establecimos cuatro posiciones —dos por la vía mecánica y dos de forma manual— para alternar a los animales en una y otra variante y lograr su rápida adaptación. De hecho, no ha habido rechazo alguno y la producción creció de una campaña a otra en más de 10 000 litros."

El cambio cualitativo en "La Nenita" se completa con la ubicación de un equipo de enfriamiento para la leche, la puesta en marcha de una máquina forrajera y la instalación de un molino de viento, con el cual se riegan por gravedad dos hectáreas de kingrass que crece vigorosa a escasos metros de la lechería.

"Bajo tales condiciones, no solo hemos incrementado la producción de leche. Aquí la natalidad está al 95% con crías sanas y fuertes, una parte de las cuales son comercializadas con un peso promedio de 400 kilogramos. Hasta ahora he hecho dos buenas ventas de 20 búfalos cada una", señala Diosnel.

CASELLAS TAMPOCO se QUEDA ATRÁS

Al borde mismo de la Carretera Central, no muy lejos de "La Nenita", la unidad "La Pista" resalta por la belleza de su portada, al estilo de la más enraizada cultura ganadera camagüeyana, aunque su mayor riqueza está dentro del recinto lechero, justo en la profesionalidad adquirida en la cría y fomento de los búfalos.

"Yo empecé aquí, recuerda Orlando Casellas, con ganado genético fino y cuando me dijeron que iban a traer los búfalos, les hice un rechazo tremendo. Solo los había visto por televisión, nunca ‘en vivo’ como ahora. Y ya usted ve: ahora no los cambio por nada."

"Son animales muy fuertes y resistentes a las enfermedades y a la sequía. Tienen también otras muchas bondades: la natalidad es elevada y son dóciles en el manejo. Si son domesticados y tratados con cariño, no tienes problemas con ellos. Además, siempre andan juntos, lo que facilita el control."

Cuando a Casellas lo "pinchan" con los éxitos de su joven vecino, esboza una sonrisa y responde tranquilamente:

"Diosnel es mi amigo. A él le va bien, pero yo tampoco me quedo atrás. Este año voy a buen paso, seguro de poder rebasar los 50 000 litros de leche. Con el doble ordeño de las mejores búfalas y la cría artificial de los bucerros, la producción ha ido en ascenso de campaña en campaña."

Mientras manipula el equipo móvil de ordeño, que cuida como a la niña de sus ojos, Casellas se refiere a las ventajas de esta última modalidad:

"A los diez días de nacidos, los animales pasan a la cría artificial, así no adquieren tantos parásitos como en el potrero; además, su masa corporal aumenta, pues tienen la comida y el agua garantizadas sin gastar casi energía. Cuando llega el momento del destete, ya poseen el peso requerido. Mis búfalas paren todos los años."

Esos niveles de natalidad constituyen otra de las satisfacciones del destacado productor, para quien el cuidado y protección del rebaño bajo su custodia es algo más que una tarea o un acto rutinario.

"Aquí somos cuatro trabajadores y nos multiplicamos a diario para que nada quede sin atención. En ochos años que llevo al frente de ‘La Pista’, hemos tenido una sola muerte y no nos han robado ni un animal aun cuando tenemos bajo nuestro cuidado una masa de más de 140 búfalos en la unidad."

La amistosa rivalidad entre Diosnel y Casellas, lejos de ocasionar daños, se revierte en mayores aportes productivos y ha "contaminado" con ese espíritu emprendedor, a las lecherías vecinas.

Tanto es así, que a cinco años de comenzar el programa de desarrollo bufalino, la Empresa Ganadera de Camagüey cuenta hoy con cerca de 4 000 ejemplares, cifra muy distante del rebaño inicial de 200 búfalas que llegó a este territorio para fomentar la especie. La inexperiencia y la falta de las habilidades necesarias para el manejo eficaz de esta masa quedaron atrás hace mucho tiempo en estos predios.

 

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