"Esos volúmenes, afirma, jamás los había alcanzado. Son fruto, en
primer lugar, de una adecuada atención del rebaño, pero también de
la introducción de técnicas y equipos que favorecen el desempeño de
los vaqueros y repercuten en la productividad de los animales."
La lechería que dirige Diosnel fue una de las primeras en aplicar
el ordeño mecánico de las búfalas, experiencia que no demoró en
dejar positivos dividendos.
"Establecimos cuatro posiciones —dos por la vía mecánica y dos de
forma manual— para alternar a los animales en una y otra variante y
lograr su rápida adaptación. De hecho, no ha habido rechazo alguno y
la producción creció de una campaña a otra en más de 10 000 litros."
El cambio cualitativo en "La Nenita" se completa con la ubicación
de un equipo de enfriamiento para la leche, la puesta en marcha de
una máquina forrajera y la instalación de un molino de viento, con
el cual se riegan por gravedad dos hectáreas de kingrass que
crece vigorosa a escasos metros de la lechería.
"Bajo tales condiciones, no solo hemos incrementado la producción
de leche. Aquí la natalidad está al 95% con crías sanas y fuertes,
una parte de las cuales son comercializadas con un peso promedio de
400 kilogramos. Hasta ahora he hecho dos buenas ventas de 20 búfalos
cada una", señala Diosnel.
Al borde mismo de la Carretera Central, no muy lejos de "La
Nenita", la unidad "La Pista" resalta por la belleza de su portada,
al estilo de la más enraizada cultura ganadera camagüeyana, aunque
su mayor riqueza está dentro del recinto lechero, justo en la
profesionalidad adquirida en la cría y fomento de los búfalos.
"Yo empecé aquí, recuerda Orlando Casellas, con ganado genético
fino y cuando me dijeron que iban a traer los búfalos, les hice un
rechazo tremendo. Solo los había visto por televisión, nunca ‘en
vivo’ como ahora. Y ya usted ve: ahora no los cambio por nada."
"Son animales muy fuertes y resistentes a las enfermedades y a la
sequía. Tienen también otras muchas bondades: la natalidad es
elevada y son dóciles en el manejo. Si son domesticados y tratados
con cariño, no tienes problemas con ellos. Además, siempre andan
juntos, lo que facilita el control."
Cuando a Casellas lo "pinchan" con los éxitos de su joven vecino,
esboza una sonrisa y responde tranquilamente:
"Diosnel es mi amigo. A él le va bien, pero yo tampoco me quedo
atrás. Este año voy a buen paso, seguro de poder rebasar los 50 000
litros de leche. Con el doble ordeño de las mejores búfalas y la
cría artificial de los bucerros, la producción ha ido en ascenso de
campaña en campaña."
Mientras manipula el equipo móvil de ordeño, que cuida como a la
niña de sus ojos, Casellas se refiere a las ventajas de esta última
modalidad:
"A los diez días de nacidos, los animales pasan a la cría
artificial, así no adquieren tantos parásitos como en el potrero;
además, su masa corporal aumenta, pues tienen la comida y el agua
garantizadas sin gastar casi energía. Cuando llega el momento del
destete, ya poseen el peso requerido. Mis búfalas paren todos los
años."
Esos niveles de natalidad constituyen otra de las satisfacciones
del destacado productor, para quien el cuidado y protección del
rebaño bajo su custodia es algo más que una tarea o un acto
rutinario.
"Aquí somos cuatro trabajadores y nos multiplicamos a diario para
que nada quede sin atención. En ochos años que llevo al frente de
‘La Pista’, hemos tenido una sola muerte y no nos han robado ni un
animal aun cuando tenemos bajo nuestro cuidado una masa de más de
140 búfalos en la unidad."
La amistosa rivalidad entre Diosnel y Casellas, lejos de
ocasionar daños, se revierte en mayores aportes productivos y ha
"contaminado" con ese espíritu emprendedor, a las lecherías vecinas.
Tanto es así, que a cinco años de comenzar el programa de
desarrollo bufalino, la Empresa Ganadera de Camagüey cuenta hoy con
cerca de 4 000 ejemplares, cifra muy distante del rebaño inicial de
200 búfalas que llegó a este territorio para fomentar la especie. La
inexperiencia y la falta de las habilidades necesarias para el
manejo eficaz de esta masa quedaron atrás hace mucho tiempo en estos
predios.