Aunque las recientes lluvias dejaron en Holguín un acumulado de
78 milímetros para la lámina de mayo, persiste la sequía.
Hoy la provincia acumula para el quinto mes del año apenas el 48
por ciento de la media histórica, cuando el cielo está perlado de
cúmulos y es sofocante el calor, aviso de probables precipitaciones,
dijo Pablo Domínguez, especialista del Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos (INRH) en Holguín.
Hasta el momento, casi 85 000 personas reciben el agua en pipas,
e instrumentan nuevas medidas y buscan fuentes alternativas de
abasto del líquido.
Las lluvias de beneficio para la agricultura, no permitieron la
recuperación necesitada del manto freático ni de los embalses
deprimidos, que atesoran ahora solamente 289 millones de metros
cúbicos de agua disponibles para todos los usos sociales y
económicos.
Manuel Paneque, delegado del INRH, informó que comenzó el bombeo
de hasta 500 litros de agua por segundo desde el río Cauto, para
sostener la operación de la presa Güirabo, uno de los tres sistemas
de abasto de la ciudad de Holguín.
Casi colapsada está también la pequeña presa de Cacoyugüín, lo
que impuso extender los ciclos de entrega de agua a la población de
la capital provincial, y solamente el embalse Gibara, beneficiado
por un trasvase desde la presa Nipe, en Mayarí, acumula un volumen
importante.