Ver con el corazón

Ortelio González Martínez

CIEGO DE ÁVILA.— "No importa la dolencia. Cuando una llega se encuentra la sonrisa y explicación de la recepcionista. ¡Y qué decir de los médicos!", comenta Esther García García —La Gallega—, quien trabaja como taquillera en la Terminal de ómnibus de Morón desde hace más de 30 años.

Foto del autorKarinne realiza el test de Ishihara para el diagnóstico de enfermedades en el nervio óptico.

"Mi esposo acaba de operarse de catarata y mire qué bien salió. Lo trató el doctor Carlos Alberto Pérez Padilla. Expliqué cuál era su situación de salud y después del examen correspondiente todo fluyó con facilidad."

Con la misma sensibilidad con que los galenos atienden las afecciones oculares de los pacientes, tratan a todas las personas que llegan al Centro Oftalmológico de Ciego de Ávila, merecedor de la condición de Colectivo Moral desde su inauguración el 2 de diciembre del 2008.

LUCES SIN SOMBRAS

La doctora María Eufemia Padrón Pereira, directora del Centro, explica que hoy tienen la más alta cifra de oftalmólogos en la historia de la provincia. Solo en la institución que ella dirige existen 31 para atender las diferentes subespecialidades.

"Los pacientes disponen —afirma— de avanzados procedimientos terapéuticos. Los que mayor impacto han tenido son el trasplante de córnea, la cirugía refractiva con excímer láser, la de catarata con el empleo de la técnica de facoemulsificación (mínimo acceso con la implantación del lente intraocular); el HRT o ultrasonido del nervio óptico, que ayuda al diagnóstico del glaucoma, enfermedad que puede ocasionar ceguera irreversible."

Fundador de la Misión Milagro en el 2004 y médico internacionalista con una larga trayectoria en la especialidad, el doctor Carlos Alberto Pérez Padilla, oftalmólogo pediatra, asegura que la entidad asistencial posee un equipamiento muy moderno, incluso similar al de los países del llamado Primer Mundo.

"Esta institución causó gran impacto social. Anteriormente muchos de los enfermos estaban obligados a trasladarse a Camagüey o a Ciudad de La Habana. A lo anterior se suma la actividad docente, pues contribuye a la formación de nuevos especialistas.

También permite el estudio de la morbilidad de algunas afecciones oculares. Una de las aristas del trabajo investigativo actual, por ejemplo, está encaminada a la aplicación de un programa para evitar la ambliopía (disminución de la visión de los niños sin causa aparente) en las escuelas primarias de Ciego de Ávila.

La doctora Karinne Peña Hernández es la primera neuroftalmóloga de la provincia. "Mi especialidad es una de las más clínicas entre todas las relacionadas con la Oftalmología. Sin que constituya una definición presuntuosa, muchos la catalogan como la sacerdotisa que estudia el ojo humano. En el nervio óptico, por ejemplo, es donde se produce la información que llega al cerebro".

Una primera mirada bastó para que la doctora Inés Esteban Armas, especialista en cirugía refractiva con excímer láser, lanzara la frase: "En tu ojo izquierdo se está desarrollando un pterigium". Y luego me hizo fruncir el ceño: "Después de los 40 llega la presbicia". Ante mis dudas explicó: "Es cuando la visión disminuye de cerca".

Lo que hacemos hoy —prosigue—, anteriormente era un sueño, tanto que el mismo día de la inauguración hicimos las primeras ocho intervenciones con láser y hoy vamos por más de 400. Esta cirugía elimina el uso de espejuelos y de lentes de contacto —afirma una de las especialistas que, desde el Centro Oftalmológico de Ciego y de manera gratuita, devuelve calidad de vida a quienes la precisen.

 

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