Cajas sin retorno

De esta manera no se puede aspirar a resolver el problema de la comercialización

JUAN VARELA PÉREZ
juan.pvp@granma.cip.cu

El camino sin retorno, pudiera ser el título para una novela por capítulos que tenga como actores imaginarios a las cajas utilizadas por la agricultura para comercializar diferentes producciones.

Foto: Jorge Luis GonzálezEl retorno de las cajas continúa sin solucionarse.

La devolución de esos envases a su lugar de origen es hoy un problema vigente dados los mecanismos aplicados por el nuevo sistema de comercialización.

Algunos directivos habían afirmado, con optimismo, que este era un "caso resuelto" y que la normalidad había llegado para bien de todos. La noticia era alentadora tras las reiteradas críticas que generó, en el 2009, la inestabilidad en la custodia y preservación de esos medios.

De modo que este periodista quiso transmitir algunos de los mecanismos empleados para revertir las penurias que tanto dañaron la economía empresarial y la del país. Pero ¿adónde ir para conocer la experiencia? La elección ideal, por su gran potencial agrícola, fue la Empresa Agropecuaria de Güines.

En el andar por los campos habaneros Granma conoció sobre la meritoria labor desarrollada en la producción de tomate para suplir, en parte, las pérdidas que las lluvias ocasionaron en el momento cumbre de esas plantaciones. La decisión fue la que se esperaba: volver a sembrar esas áreas.

Asegurarles tomate a la industria y a los mercados capitalinos, devino compromiso de quienes "se la jugaron" en un periodo no óptimo de cosecha.

El reto fue vencido y si bien los rendimientos, al igual que la calidad, no han sido extraordinarios, la "familia tomatera" hizo lo suyo. Hubo sus limitaciones en cuanto a volumen, pero la pronta acción evitó el colapso de la planta procesadora y permitió que las tarimas pudieran recibir alguna porción de tomate fresco.

Al ocurrir este ligero "pico" se pudo constatar otra vez la falta de cajas, lo cual interfería la recogida y suministro de la hortaliza.

El ingeniero Vicente Martínez Hernández, director de la empresa de Guines —una de las mayores productoras de La Habana y del país— explicó que solo entre el primero y el 19 de mayo salieron de esa entidad rumbo a la capital 7 146 cajas de madera (de ellas casi 4 000 totalmente nuevas) cargadas de tomate y, sin embargo, en ese periodo, en ese tiempo apenas regresaron 1 600 envases.

Esos depósitos, afirmó, demandan madera y clavos, renglones actualmente deficitarios; además cada uno cuesta 8,60 pesos. Incluso cuando trabajadores de la empresa —según las posibilidades de materia prima—, fabrican parte de las cajas y reparan las que llegan en pésimo estado por el maltrato al manipularlas, son cuantiosas las pérdidas.

Especialistas habaneros de la Agricultura estiman que cada envase debe tener un ciclo de 2,5 rotaciones al mes como promedio. Para ello existe un programa que garantiza la inmediata devolución de las cajas vacías, pues de lo contrario no pueden retornar llenas.

Sin embargo, dirigentes de la Empresa Agropecuaria de Güines coinciden en que a diferencia de años atrás, hoy las cajas son huérfanas: nadie defiende y asegura su retorno. Los choferes, al no pertenecer siempre a una misma entidad y estar sujetos a otras direcciones y decisiones, ya no se sienten estimulados y motivados al perder el vínculo que los convertía en "propietarios" de las cajas.

Los mercados concentradores y los transportistas forman parte de un esquema organizativo y de control tan complejo que, por lo general, casi nunca se cumple. Muchas son las causas y sobre ellas urge poner mayor control.

 

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