Italia se unió hoy a España, Grecia y Portugal en la lucha por la
reducción de sus déficits fiscales, ajustes presupuestarios y
rebajas de gastos públicos, ante la crisis de la zona euro, reportó
Prensa Latina.
Con ese fin el gobierno de Silvio Berlusconi presentó un programa
de recorte económico de dos años por 24 mil millones de euros, el
cual fue rechazado por sindicatos y administraciones locales.
El plan de austeridad, aprobado por el Consejo de Ministros, está
marcado por la lucha contra la evasión fiscal y la disminución del
gasto público.
Una declaración del Ejecutivo italiano precisó que el propósito
es colocar el déficit público por debajo del tres ciento en 2012,
aunque no se precisaron más datos sobre las medidas acordadas.
Las acciones se darán a conocer mañana en conferencia de prensa,
pero se adelantó que incluyen la congelación de los sueldos de los
funcionarios a partir de este año, una situación que se alargará
hasta 2013.
También se prevé un retraso en el acceso a la jubilación y además
elevar progresivamente la edad de retiro para las mujeres hasta
llegar a los 65 años en 2016, frente a los 60 años actuales.
Se endurecerán, además, los requisitos para tener acceso a las
pensiones de invalidez y se aumentarán los controles para los
solicitantes.
Adicionalmente se estudian recortes para la financiación de los
partidos y de los ministerios, aunque no se precisó la envergadura
de esta medida.
Otra iniciativa será una amnistía para las viviendas ilegales,
con lo que podrían recaudarse cerca de seis mil millones de euros,
según la prensa nacional.
Italia tiene un déficit fiscal de 5,3 por ciento de su Producto
Interno Bruto (PIB), que el gobierno pretende bajar hasta el tope
del tres por ciento aceptado por el Pacto de Estabilidad europeo.
En el caso de la deuda pública, ésta equivale al 115 por ciento
del PIB y supera el 60 establecido por el mencionado Pacto.