Kamla
Persad-Bissessar asumirá como primera ministra de Trinidad y Tobago
luego del triunfo de su partido, el opositor Congreso Nacional Unido
(CNU), en los comicios generales celebrados este lunes, reporta
Prensa Latina.
De acuerdo con resultados preliminares de las elecciones, el CNU
se alzó con 29 de los 41 escaños parlamentarios en disputa.
La victoria del CNU sobre el oficialista Movimiento Nacional
Popular (MNP), que obtuvo 12 asientos, concedió a Persad-Bissessar
el puesto de jefa de Gobierno, nunca antes ocupado por una fémina en
territorio trinitario.
Esta mujer, de 58 años, era según los sondeos, la favorita para
ganar los comicios, adelantados casi dos años con respecto a lo
instituido por la Constitución.
Licenciada en Artes desde 1974 y diplomada en Educación en 1976,
Persad-Bissessar se destacó, además, como conferencista en la
materia de lingüística en la Universidad de las Indias Occidentales
y como trabajadora social en Londres.
Tras estudiar leyes por dos años, comenzó su carrera política en
1987, cuando fue designada concejal por el partido Alianza Nacional
para la Reconstrucción, en el condado de St. Patrick.
En 1994 fue electa senadora opositora y un año más tarde ocupó un
asiento en el parlamento como representante de la región de Siparia.
En dos ocasiones (1995 y 2001) fungió temporalmente como Fiscal
General.
La labor desarrollada por Persad-Bissessar, cuya trayectoria
incluye haber presidido el Ministerio de Educación y la Fiscalía
General, la convirtió a juicio de muchos, en la persona ideal para
dirigir a los trinitarios.
El CNU ganó adeptos con su propuesta de programas para frenar el
crimen y la violencia, así como mejorar la salud y fortalecer la
lucha contra la corrupción, entre otros proyectos de desarrollo
social e infraestructura.
En estos sufragios 99 candidatos se disputaron los 41 puestos del
parlamento.
Los principales partidos presentaron nominaciones para todos los
curules, al tiempo que también optaron por algunos asientos 12
representantes de Nueva Visión Nacional y seis independientes.
Las justas contaron con la observación internacional de un equipo
de la Comunidad del Caribe (CARICOM), encargado de apoyar y
verificar la transparencia del proceso.