Yandro Quintana Rivalta, luchador de estilo libre que le dio a Cuba medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, enfrentó hoy el combate más difícil de su carrera deportiva: el retiro de las competencias.

Tras 22 años de incesante pelea contra rivales de mucha calidad y también de lesiones que lo persiguieron con saña en los últimos años, Quintana recibió el reconocimiento del pueblo de la ciudad de Camagüey y de sus compañeros de equipo, así como de entrenadores, a quienes se suma desde ahora, dijo la AIN.

Este significa un momento muy doloroso para mí, pues lo único que se hacer es luchar porque desde los siete años de edad lo hago cada día, dijo a periodistas en la sala deportiva Rafael Fortún, en esta localidad, donde se desarrolla el torneo de lucha de la V Olimpiada del Deporte Cubano.

Rodeado de su familia, el gladiador mereció el aplauso de los presentes en la instalación, que vio dejar el colchón de las peleas a unos de sus protagonistas de las últimas dos décadas para convertirse en entrenador de la selección nacional femenina, con jóvenes que se esfuerzan por ocupar el mismo lugar en la delantera mundial que los varones.

En la nueva tarea trataré de formarlas a ellas como hicieron conmigo mis entrenadores y enseñarles lo que aprendí en las prácticas y en los combates, expresó Yandro, estudiante del cuarto año de la Licenciatura en Deporte y Cultura Física.

Nacido en Morón, en la provincia de Ciego de Avila, el 30 de noviembre de 1980, desde pequeño se trasladó con su familia hacia la ciudad de Florida, en Camagüey, y allí se inició en esta disciplina.

Mucho le debo a mi madre por su apoyo para que yo me dedicara desde niño a la lucha, y representó un sacrificio para ella porque somos pocos en la familia, reconoció.

Además del título olímpico en la división de los 60 kilogramos, fue siete veces campeón nacional, en tres ediciones del Torneo Cerro Pelado, que organiza Cuba, en un mundial juvenil, en tres Copas del Mundo, en tres certámenes panamericanos y subtitular del orbe una vez.