El empleo de fármacos elaborados a partir de plantas y productos
como la miel y el propóleo gana espacio en Ciego de Ávila, a partir
de su probada eficacia a nivel mundial en diferentes patologías,
reporta la AIN.
Misleni González Martínez, especialista de producción en la
Empresa de Medicamentos, explicó que la provincia cuenta con 10
laboratorios de medicina natural y tradicional en los cuales
produjeron más de 430 mil 700 unidades en lo que va de año.
La creciente demanda de jarabes anticatarrales, antiparasitarios,
antiinflamatorios, cremas, diuréticos, analgésicos y antidepresivos
evidencia el conocimiento de esta cultura milenaria en la población,
precisó González Martínez.
Alertó que todavía es insuficiente la prescripción de los médicos
ante padecimientos que pueden aliviarse sin el uso de productos
industriales, con irrefutables resultados científicos.
Como estrategia, puntualizó, en cada entrega de guardia en los
hospitales y policlínicos un farmacéutico actualiza a los galenos
sobre la disponibilidad de estos preparados en cada área de salud.
Noris Mujica Gónzalez, administradora del centro de elaboración
de fitofármacos de la capital provincial, destacó que existen
convenios con la Agricultura para garantizar la materia prima
necesaria, como anamú, orégano, sábila, caña santa, guayaba,
pasiflora y majagua.
Las terapias tradicionales y naturales, subrayó, pueden aplicarse
sin el uso de costosos equipos, carecen de efectos secundarios
desfavorables, no dejan residuos tóxicos y revitalizan el sistema
inmunológico.
En Cuba se potencian estos procedimientos, útiles en la promoción
y prevención de enfermedades, diagnóstico, tratamiento y
rehabilitación de pacientes.