El código de honor fue firmado en Guatemala por la dirección
ampliamente renovada de la brigada médica cubana que lleva más de 11
años de colaboración en Guatemala.
Una nueva etapa de trabajo, con mayores bríos y convicción, se
inicia para este grupo, cuyos cuadros son distintos en el 60 por
ciento de los casos, de acuerdo con el coordinador de los
cooperantes en este país, Henry Carreño.
Este confirmó a Prensa Latina la presencia de 360 trabajadores
del sector de la salud en 18 de los 22 departamentos guatemaltecos,
38 de ellos firmantes de dicho código en ceremonia de reafirmación
ética en esta capital.
Representantes de la embajada y el resto de las misiones
oficiales de Cuba en Guatemala fueron testigos del compromiso
asumido por quienes ya dirigen las labores de la colaboración médica
de la isla.
Los actuales son continuadores del camino emprendido a fines de
1998 cuando los primeros profesionales, técnicos y otros cooperantes
acudieron de urgencia para restañar las heridas dejadas en los
guatemaltecos por el devastador huracán Mitch.
A ellos se suman los de más reciente presencia en el territorio
nacional por la Operación Milagro, de importantes resultados en la
atención oftalmológica en corto tiempo, integrados como un todo en
la brigada médica.