La primera joya Me
daba la impresión de que esta era la obra más bonita que había visto
nunca, y que es la mejor instalación turística del país. Fidel en la
inauguración de este hotel, el 12 de noviembre de 1993
Ortelio
González Martínez
JARDINES DEL REY, Ciego de Ávila.— Como si caminaran por La
Habana Vieja, los veraneantes andan por las estrechas callejuelas
adoquinadas que desembocan en pequeñas plazoletas y confluyen todas
en una edificación principal.
Es que por su estructura arquitectónica el hotel Blau Colonial
(antiguo Guitart Cayo Coco), que marcó el nacimiento del polo
turístico Jardines del Rey, simula una villa colonial.
Fidel
se dirige a los presentes el día de la inauguración.
A la vera del mar, este inmueble es uno de los preferidos en el
destino turístico. Lo componen 23 módulos habitacionales, donde
abren sus puertas 458 habitaciones con categoría de Cinco Estrellas.
Posee cuatro restaurantes especializados, 11 bares, una sala para
fiestas, una piscina con agua dulce y otra salada, un pequeño lago,
galería comercial y la carpeta central, que semeja un Ayuntamiento.
Es innovador e imaginativo y rompe con criterios tradicionales de
hoteles masivos de grandes bloques, para adentrarse en una
concepción más familiar y humana.
LA OBRA MÁS BONITA
Así la calificó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz cuando, el
12 de noviembre de 1993, inauguró la instalación con el nombre de
hotel Guitart Cayo Coco.
A
los touroperadores les gusta la instalación, imposible de describir
con palabras. Varios de ellos están estrechamente vinculados al Blau
Colonial: Nolitur Transat, Sun Swing, Hola Sun, Sol y Son, Air
Canada, Signature Vacation, Holiday Place...
La ilusión de los visitantes se transforma en realidad con el
primer intercambio. El canadiense Wayne Pauli viajó desde Toronto
con toda la familia. "Es la octava ocasión que visito Cuba, un lugar
paradisíaco, especialmente este hotel, al cual venimos por cuarta
vez".
La gran mayoría de quienes laboran allí son jóvenes formados en
la Escuela de Hotelería y Turismo de Morón, con un elevado nivel
técnico-profesional, condición primordial para garantizar una
esmerada atención a los huéspedes.
Quizás
sea esta una de las razones por las que Tim Altschul, de Canadá,
asegure que el tiempo no le alcanza para conocer los detalles que
engrandecen la amabilidad de los cubanos
Una búsqueda en Internet, en el sitio Tripadvisor, también devela
la preferencia de muchos de los que disfrutaron aquí el trato
exquisito, el servicio eficiente, la seguridad más absoluta y el
encuentro único con una naturaleza maravillosa.
"Viajé sola, pero nunca me sentí como tal, a pesar de que
únicamente dos huéspedes hablábamos español en esa semana. Todo el
personal fue muy cordial conmigo. La habitación era grande,
confortable, limpia, y los servicios funcionaban bien. No tuve
ninguna queja respecto a comidas o bebidas. El lugar es pintoresco",
escribió una turista argentina.
EL BLAU PUERTAS ADENTRO
A la camarera Edeivis Martín Castillo, el hecho de ser fundadora
del hotel le dio la oportunidad de su vida: hablar con Fidel el día
de la inauguración.
"Le preparé la habitación 1837. Me preguntó dónde vivía y por qué
había escogido trabajar en el Turismo. Fueron los 10 minutos más
felices de mi vida."
Según Michel Balmaceda Ávila, relacionista público, la lista de
turistas que visitan el hotel comienza por Canadá, el principal
mercado emisor, y se extiende a Alemania, España, Argentina, Chile,
Turquía, Irán... , llegan hasta de Groenlandia.
Ello, unido a la eficiencia en el servicio y las operaciones,
posibilitó el crecimiento de un 44% en los ingresos respecto al año
anterior y la disminución del costo por peso en siete centavos.
Al mexicano Eduardo Marrón Orozco, gerente general, basta con
mirarle a los ojos para darse cuenta de que habla con el
corazón:"Llevo más de tres décadas vinculado a la administración de
hoteles en los balnearios mexicanos de Cancún y Acapulco; también en
República Dominicana. Desde hace siete años trabajo en Cuba y este
hotel me cautivó tanto que si las circunstancias lo permiten, me
jubilaré en el Blau. Cuando me marche, llevaré conmigo el amor de
personas excepcionales".
De esta manera, el esfuerzo de muchos hombres y mujeres hace
posible que el polo turístico Jardines del Rey, uno de los más
jóvenes del país, esté insertado en la cruzada turística del Caribe
y del mundo. |