Dos días han bastado para percatarme de las mentiras y calumnias
contra Cuba, expresó el italiano Andrea Dubrovich durante la marcha
este sábado, en Las Tunas, por el Día Internacional de los
Trabajadores.
Conductor de ómnibus en su ciudad natal de Como, región de
Lombardía, Durbrovich visita por primera vez Cuba, un deseo que
tenía desde hacía varios años y que al fin se hizo realidad, al
integrar la XXIII Brigada de Solidaridad Giovanni Ardizone.
La bandera cubana es mi bandera, subrayó a la AIN el joven
italiano, mientras compartía la alegría con sus compatriotas y los
más de 100 mil tuneros que marcharon por la Plaza Mayor General
Vicente García, en señal de unidad y apoyo a la Revolución.
A su lado Ilaria Belloni, la más joven de la brigada, recién
graduada de lenguas extranjeras, expresó: "vine a dar mi solidaridad
por Cuba. Ahora tengo la oportunidad de pronunciarme porque en
Europa es muy difícil decir la verdad y menos que se escuche nuestra
voz en los grandes medios".
María Juana Tamborello, enfermera, está acostumbrada a las
grandes manifestaciones de los cubanos contra el imperio porque es
la tercera vez que viaja a la Isla, pero este día la ha marcado por
la evidencia del alto patriotismo de los cubanos en defensa de sus
conquistas sociales.
Esto es único en el mundo, es un momento de fiesta colectiva
difícil de igualar, significó Tamborello, mientras agitaba en sus
manos una bandera cubana.
Trabajadores, campesinos, soldados, jubilados y estudiantes,
encabezados por la dirección del Partido y el Gobierno y un bloque
de mil mujeres, vestidas de rojo, repudiaron enérgicamente las
patrañas del imperio y de la Unión Europea, e hicieron firmes sus
compromisos de ser más eficientes en la economía.
Concluida la marcha, la compacta masa humana buscó su lugar en la
Plaza y sus alrededores, para disfrutar —entre colectivos, grupos de
amigos y familiares—, de la música de Pachito Alonso y sus Kini Kini.