PINAR
DEL RÍO.— Mientras en buena parte del mundo el 1º de Mayo constituye
una fecha de confrontación y protesta, aquí, como en toda Cuba,
devino celebración de pueblo.
En un hecho habitual desde hace medio siglo, la principal arteria
de la capital provincial volvió a acoger el desfile por el Día
Internacional de los Trabajadores, hasta el sitio donde el líder de
la Revolución les habló por primera vez a los pinareños.
Más allá de la tradición, esta vez el mensaje de los bloques
participantes constituyó una inobjetable señal de respaldo al
proceso iniciado el primero de enero de 1959, y la reafirmación de
que los cubanos no cederán al chantaje y las presiones del
imperialismo norteamericano y la Unión Europea.
El miembro del Buró Político y Ministro de Cultura, Abel Prieto
Jiménez, el comandante del Ejército Rebelde, Julio Camacho Aguilera;
María del Carmen Concepción González, ministra de la Industria
Alimentaria y la Pesca y Gladis Martínez Verdecia, primera
secretaria del Partido en el territorio, presidieron la demostración
de unidad revolucionaria, que fue secundada por otras similares en
todos los municipios.