La ceremonia fue celebrada en esta instalación popularmente
conocida como astillero de Casablanca, ubicada en el puerto de La
Habana. Estuvo presidida por Jorge Luis Sierra, vicepresidente del
Consejo de Ministros y titular del Transporte, y el excelentísimo
señor Ronald Blanco la Cruz, embajador de la República Bolivariana
de Venezuela.
Francisco Reyes Prats, subgerente de nuevas construcciones de la
entidad cubana, informó que se trata de un remolcador de última
generación tecnológica para este tipo de embarcación, con propulsión
azimutal (gira 360 grados sobre su eje), alta maniobrabilidad, 30
metros de eslora, 10 de manga, cuatro de calado y 57 toneladas de
tiro al gancho con 4 786 caballos de fuerza.
Este es el primero de cuatro remolcadores contratados con la
República Bolivariana de Venezuela, "fruto de la verdadera
integración de nuestros pueblos de América", subrayó Reyes Prats.
El gerente general de CDC, Ángel Luis Domínguez Rodríguez,
explicó que la construcción comenzó hace aproximadamente dos años.
"La labor de los trabajadores, dijo, ha sido excelente. Se ha
laborado con una productividad altísima, y eso nos ha permitido
avanzar pues estamos haciendo dos remolcadores a la vez, en
diferentes fases. El próximo deberá entregarse en junio".
El Ministro de Transporte calificó esta obra como "la mayoría de
edad del astillero". Es la primera embarcación de esta envergadura
que fabrican y continuarán otras, anunció.
El ingeniero Héctor Pernía, representante de PDVSA Cuba, aseguró
que la incorporación de este remolcador a la flota venezolana
"representa para nosotros soberanía e independencia, cierra una
brecha de vulnerabilidad operacional en las terminales petroleras de
nuestro país".
Agregó que el Kariña, uno de los cuatro remolcadores a construir
en Cuba, se incorpora a la flota propia, y lo mejor, lo que a todos
nos llena de infinito orgullo: fue totalmente construido en Cuba,
gracias a la voluntad y visión política de Chávez, Fidel y Raúl,
verdadera integración, respeto, solidaridad y soberanía, concluyó.