PUERTO PRÍNCIPE, Haití.– Mientras las plazas de
Cuba entera se llenaba este sábado de millones de personas para
festejar el día de los trabajadores, las calles de esta capital
también se abarrotaban de haitianos que amanecieron tan temprano
como siempre para conseguir los gourdes (moneda) que les hará más
feliz el regreso a casa, o al campamento donde hace casi cuatro
meses malviven en carpas hacinadas. Y es que poco tiene que celebrar
el país que muestra uno de los índices más alto de desempleo del
continente.
Cuando el primero de mayo pasaba sin penas ni
glorias por esta capital que pocas ofertas de empleo ofrece, los
médicos cubanos se sumaban a la fiesta de pueblo que deviene el
primer día del quinto mes en su añorada Patria. Allí donde se
levantó el primer hospital de campaña que brindó asistencia médica
luego del terremoto del 12 de enero, los colaboradores sostuvieron
su compromiso de permanecer aquí el tiempo que sea necesario y de
juntar fuerzas para reconstruir el sistema de salud pública
haitiano. También se sumaron a su pueblo para condenar la campaña
mediática que tanto lo ofende.
En nombre de la Brigada Médica Internacional
Henry Reeve que mantiene en Haití alrededor de mil galenos, el joven
ecuatoriano Milton Yulán recordó que mientras Obama, proclamado
Premio Nobel de la Paz, está pensando en desplegar un arsenal de
misiles capaces de alcanzar blancos en cualquier lugar, Cuba está
pensando en cómo llevar más médicos a Haití. "Soy ecuatoriano de
nacimiento, pero cubano de corazón. Esta es la primera vez en siete
años que no estaré en la Plaza de la Revolución, pero nuestros
corazones están en las plazas de toda Cuba".
Yilian Jiménez, jefa de la Brigada Médica, dijo
que "era este un buen día para ratificar el compromiso de los
colaboradores cubanos al gran hombre que nos dirige, al Comandante
Fidel". A él, a Raúl, y a ese pueblo que tanto evocan estuvo
dedicado este día.