Aunque el Banco de Japón mejoró los pronósticos para la economía
de su país, las cifras gubernamentales divulgadas mostraron que la
recuperación es lenta, reporta Prensa Latina.
El índice de desempleo aumentó a cinco por ciento en marzo,
superior a lo registrado en el mes anterior, por lo que el número de
desocupados alcanzó lo tres millones y medio, según cifras
preliminares.
Por otra parte, el índice de precios al consumidor, cayó 1,2 por
ciento en términos interanuales, con lo cual suman 13 meses
consecutivos a la baja.
Indicó que la caída de los precios, agravada desde el inicio de
la crisis global, continúa en combustibles y muebles.
Al respecto, el Banco Central de esa nación asiática pronosticó
que la deflación se mantendrá al menos hasta 2012, sobre todo por la
debilidad de la demanda doméstica.
Especialistas explicaron que ese fenómeno afecta las ganancias y
ventas de las compañías, las cuales se mantienen cautelosas y
justifica que el clima entre los empresarios siga en terreno
negativo.
Ante la situación existente, el parlamento japonés dispuso más de
92 billones de yenes (1 billón de dólares) como presupuesto récord
para el año fiscal 2010, con el objetivo de enfrentar los problemas
que golpean al país.
Economistas advirtieron que aunque el elevado presupuesto
intentará crear más empleos y combatir la instalada deflación,
abultará aún más la deuda pública de Japón, una de las mayores de
los países industrializados, y que ya casi duplica el valor del
Producto Interno Bruto (PIB).