Actualizado 4:45 p.m. hora local

Hoy impera la democracia donde ayer pasaron los bandidos

MARTA HERNANDEZ

Miguel Pérez, de 75 años es feliz al ver como por los trillos de las montañas de Villa Clara, cruzan hoy hombres y mujeres camino a los colegios electorales para elegir a sus representantes locales.

Ayer ese escenario vio a los bandidos que pretendían derrocar la Revolución, y por las aguas del antiguo rio Hanabanilla, llegaron en chalupas y pequeños botes armas, milicianos y medicamentos para apoyar al Ejercito Rebelde, explicó.

A bordo del único colegio electoral flotante de la provincia, Pérez ejerció su voto, y rememoró los momentos cuando la noche era cómplice en el desembarco de todo lo necesario para devolver la tranquilidad a las lomas.

Ahora la realidad es otra, la paz impera en el monte, nadie se muere por falta de asistencia, se acabaron los analfabetos, y los jóvenes tienen conciencia de su papel en la sociedad, esa verdad la conquistó este pueblo y no la puede opacar nadie, porque brilla como el sol, aseguró.

Dirié López Aguila, con 18 años asiste como elector por vez primera, sabe del pasado por los libros de historia y conoce la diferencia existente antes y después del triunfo de la Revolución, por eso concurrió temprano a votar.

Los órganos de gobierno locales tienen mucha incidencia el mejoramiento de las condiciones de vida de los residentes en las montañas, los elegidos realizan una labor de beneficio social que no tiene semejanza con ningún lugar del mundo, concluyó.

 

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