Tan decididos y expertos como en un terreno de béisbol, así dos
glorias de este deporte Antonio Pacheco y Norge Luis Vera,
estuvieron juntos en la selección del mejor para ser delegado a la
Asamblea Municipal del Poder Popular en Santiago de Cuba.
La vida los ha unido por largos años en el deporte, y asimismo
también los juntó en esto de ejercer su derecho democrático de
elegir, y por eso se les vio a ambos en el colegio electoral tres de
la circunscripción 180 muy temprano en la mañana de domingo.
Para mi votar es apoyar a la Revolución, a Fidel y Raúl,
manifestó Pacheco a los periodistas, criterio que Vera compartió
luego al señalar que no se puede esperar otra cosa de quien se
siente comprometido con su país.
El otrora estelar segundo base y actual director del equipo de
Santiago de Cuba precisó: vine aquí porque creo que es mi deber y mi
derecho.
Pacheco abundó que también con ello contribuye a que el deporte
siga siendo un símbolo del proceso socialista cubano.
Siento que estas elecciones son más importantes que nunca, hay
algunos que están empeñados en hacerle daño al país, hoy el pueblo
vino a demostrarles que nada podrá separarlo de la Revolución y sus
principales líderes, sentenció.
En un diálogo que incluyó referencias al béisbol y otros temas,
Pacheco ratificó que seguirá al frente de la selección santiaguera,
empeñada sobre todo en mantener su lugar entre las principales del
país y ser ejemplo de atletas sanos.
Norge Luis Vera, el lanzador de mejor promedio de ganados y
perdidos en la pelota cubana actual, consideró que el mundo debe ver
a Cuba como un ejemplo, al hacer comicios donde no impera la
politiquería, el dinero, ni la corrupción.
Parco en el hablar, el atleta humilde oriundo de Siboney, fue
certero como sus lanzamientos al expresar: hago esto por el
bienestar de mi país, de mi familia, y por seguir teniendo este
deporte de lujo al que he dado mi vida.
Aquí concurrimos todos, sin discriminación, con oportunidad para
todos de seleccionar a los mejores, este es en verdad un privilegio,
manifestó.