La restitución de poblaciones de las palmas Petate y Barrigona,
sólo visibles a escala mundial en Pinar del Río, se mantiene en la
agenda de expertos de la red nacional de Jardines Botánicos, informa
la AIN.
Inmersos en ese proyecto, especialistas del Orquideario Soroa,
sito en el entorno de la Sierra del Rosario, una de las seis
reservas de la biosfera en el país, refirieron avances en el trabajo
de campo, incluido el conteo de los individuos, su valoración, la
confección de semilleros y nuevas siembras.
De Petate (Coccothrinax Crinita) sólo existen reducidos grupos de
ejemplares, localizados en la zona de Las Pozas, municipio de Bahía
Honda, y su escasez se adjudica a la tala indiscriminada para usar
sus fibras en la confección de útiles como cestos, jabas, canastas y
sogas.
A esta especie se le llama popularmente Palma Abuelo o Barbuda,
por el largo tejido fibroso que cubre el tronco,
semejante a patillas, en tanto otros estudiosos atribuyen el
nombre, también, a su muy lenta velocidad de crecimiento, según
páginas digitales.
Por su parte, la Barrigona (Colpothrinax Wrightii), famosa y
mejor conocida por el abultamiento del tallo, a lo cual obedece su
denominación común, es objeto de igual proceso con el fin de
incrementar su presencia en determinados suelos del oeste pinareño.
Actualmente crecen los viveros, y ambas se declararán
restablecidas de forma total cuando existan poblaciones viables en
número capaces de demostrarlo, aseguraron los científicos.
En estos programas de restitución de especies a su hábitat
trabajan en común, además de Soroa, el Jardín Botánico Nacional y el
de Pinar del Río, mientras las labores incluyen también campañas de
educación ambiental, dirigidas a las comunidades cercanas a estos
tesoros naturales.
Documentos botánicos dan fe de la diversidad de especies de estas
plantas en Cuba, entre ellas la Palma Real (Roystonea Regia), árbol
simbólico del paisaje del archipiélago.