El
Festival del libro en la montaña, que ocurre por estos días en las
más intrincadas comunidades de la geografía cubana, se consolida
como concreción del derecho al conocimiento y a la recreación sana.
A una semana de la clausura del evento, en siete de las nueve
cabeceras municipales santiagueras se han realizado los encuentros
como extensión de la Feria Internacional del Libro hacia las
comunidades del Plan Turquino.
Teresa Melo, escritora y directora del Centro Provincial del
Libro en Santiago de Cuba, expresó que esta es una manera de
promover la lectura en los lugares más intrincados, para que el
libro cumpla su función social, que es generar valores en manos del
lector.
El festival tiene un gran impacto en la población, explicó Melo,
se realiza por un día y se convierte en una gran fiesta como si
fuera por mucho tiempo, los serranos lo aprovechan al máximo.
Cada municipio lo ha organizado de manera distinta, según sus
características y el conocimiento de su territorio, insistió.
La poetisa -laureada con el premio Nicolás Guillén- dijo que en
cada comunidad los niños son público y protagonistas del evento
cultural, por el talento que existe en el movimiento de escritores
aficionados.
Escritores santiagueros han visitado las ferias en la montaña
para presentar sus obras, cuando se celebran los 10 años de la
fundación de las editoras territoriales.
El próximo día 30 el municipio de Guamá, insertado en toda su
extensión en el programa de conmovedora voluntad humanista que es el
plan Turquino, acogerá la clausura del Festival en la provincia.
Desde la fundación del Centro del Libro en Santiago de Cuba, se
realizan estas actividades para llevar la feria desde la capital
provincial hacia las comunidades y sembrar el hábito de lectura en
todos los pobladores del país, para elevar su nivel cultural y como
manera de esparcimiento.