PINAR DEL RÍO.— Un artista, un disco de uso, un grupo local de
aficionados, un promotor cultural de excepción y centenares de
personas alegres de vivir hicieron la tarde. El pasado sábado,
Arnaldo Rodríguez, el del Talismán, visitó el Patio de Pelegrín, en
Puerta de Golpe, Consolación del Sur, espacio comunitario gestado y
animado por Mario Pelegrín, pintor, instructor de arte y Premio
Nacional de Cultura Comunitaria.
El popular músico apreció la extraordinaria labor de Pelegrín y
su equipo de instructores y promotores, casi todos voluntarios, en
un Consejo Popular que prácticamente no cuenta con instituciones
culturales. Centenares de niños participaban en la decena de
talleres que se imparten en el Patio, de todas las manifestaciones
artísticas y de otros saberes y manualidades necesarios como la
culinaria, la protección del medio ambiente y la enfermería.
La voz corrió de inmediato por la población de 6 000 habitantes
que se aprestaba a escuchar a una agrupación local de aficionados,
formada también, por cierto, en los talleres del mismo Patio.
Arnaldo se dirigió al sitio en que se aglomeraba el público. Frente
al entusiasmo de la concurrencia, se dejó oír la música grabada. Una
canción. Para la siguiente, el músico pidió una nota y el grupo la
dio. Para la tercera, ya sonaba, con dignidad, una orquesta.
Fue el gran regalo para una población que no siempre tiene la
oportunidad de contar con la presencia en vivo de artistas muy
conocidos nacional e internacionalmente. No fue necesario contar con
fuerzas del orden, ni cerrar calles, ni disponer de grandes recursos
para la producción artística. La voluntad de entregar lo mejor al
pueblo prevaleció por encima de cualquier necesidad material. Los
habitantes de Puerta de Golpe, participantes directos del hecho
cultural, no olvidarán esa tarde.